miércoles, junio 26

La Asociación Empresaria Argentina emitió un duro comunicado: “Sin empresas no hay país”

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La agrupación, que nuclea a los accionistas y directivos de las empresas más grandes del país, emitió un diagnóstico sobre las condiciones macroeconómicas de la Argentina.

La Asociación Empresaria Argentina (AEA), que agrupa a los accionistas y directivos de las empresas más importantes de las empresas más grandes y poderosas del país, emitió hoy un duro comunicado, en el que insistió sobre el rol central del sector privado en la economía y disparó contra la situación económica del país.

En el documento, titulado “El sector privado es fundamental para el desarrollo del país“, ya desde el primer párrafo se busca reflejar esta convicción central de la entidad: “El desarrollo económico y social de la Argentina depende de que puedan movilizarse plenamente las potencialidades y energías del sector privado”, lee.

A continuación, y de cara a las elecciones generales, los empresarios subrayaron que, para lograr el desarrollo del país, es imprescindible la un “pleno respeto” a “las instituciones de la República consagradas en nuestra Constitución Nacional”, y al “principio constitucional de la división de poderes, de contar con una Justicia independiente, así como de garantizar la libertad de expresión”.

Con un tono crítico, el comunicado afirma que la Argentina vive, desde hace años: “Con el flagelo de la alta inflación, con déficits permanentes en las cuentas públicas, con la ausencia de una moneda respetada, con una muy elevada y distorsionada presión tributaria sobre el sector formal, con varios tipos de cambio, con injerencias indebidas en el ámbito propio de las empresas como son los controles de precios, o las múltiples restricciones vinculadas al comercio exterior; por solo nombrar algunas anomalías”.

El documento considera “fundamental garantizar la previsibilidad y estabilidad en las reglas del juego”, y señala que: “La injerencia del Estado en el ámbito propio de la actividad privada ha dado siempre el mismo resultado negativo: menor competitividad y retracción de las inversiones”. Asimismo, destaca: “Las consecuencias para la Argentina de este tipo de prácticas han sido el estancamiento económico y el deterioro social, impactando especialmente en los sectores más desfavorecidos”.

Además, un pasaje advierte que, pese a estas circunstancias: “Son las empresas las que, a pesar de los altibajos de la economía, han invertido en el país durante décadas. Son las empresas las principales generadoras de empleo para los argentinos. Son las empresas las que producen bienes y servicios que abastecen el mercado interno y exportan al resto del mundo, generando divisas para el país. Son las empresas las que, junto con los ciudadanos, con sus impuestos, sostienen el funcionamiento del Estado”. Y continúa: “Sin empresas no hay país”.

 Los empresarios insisten en que, para que la Argentina crezca: “Es imprescindible generar las condiciones que estimulen la inversión por parte del sector privado, lo que significa entre otras cosas que se reconozca la rentabilidad como un elemento central de la actividad empresaria”. En este contexto, advierten, es vital asegurar la libertad de precios, ya que: “Las intervenciones gubernamentales sobre ellos generan desincentivos a la inversión y a la acción empresaria”.

El documento incluye gráficos que evidencian la pobre performance en materia de evolución del PIB per cápita, resultados fiscales, pobreza e inflación, no sólo a nivel absoluto sino también en comparación con otros países. En este sentido, AEA destaca que el país ha tenido resultados “muy insuficientes”.

Sin embargo, con un tono optimista, el comunicado subraya que la situación puede revertirse, debido a que: “La Argentina cuenta con capacidades en materia de recursos humanos, naturales y tecnológicos, que de ser aprovechadas, así lo permitirían”. Destacan el potencial energético otorgado por Vaca Muerta, pero también las reservas mineras, forestales, pesqueras y de energías renovables. Además, afirman que la Argentina tiene una industria con una “matriz diversificada y con empresas de clase mundial”.

Para lograr esta reversión, la asociación delinea tres puntos a seguirlograr una macroeconomía estable y previsible, equilibrando las cuentas públicas, reduciendo los gastos del Estado y con una política monetaria responsable, a cargo de un Banco Central independiente; erradicar la inflación, a la que consideran un problema “estrictamente macroeconómico”; y copiando políticas macroeconómicas apropiadas de otros países del mundo.