La oposición busca exponer la nueva debilidad de Cristina Kirchner en el Senado: tironeo por un apoyo clave
Juntos por el Cambio vuelve a pedir una sesión especial. El kirchnerismo no tiene mayoría para manejar la agenda. Negociaciones y pulseada política
Tras el escándalo que se dio en el Senado la semana pasada cuando la oposición se retiró del recinto y dejó al oficialismo sin quórum, la bancada de Juntos por el Cambio insiste con un nuevo pedido de sesión para el 13 de abril con el que busca exponer que la vicepresidenta Cristina Kirchner perdió el control que tenía sobre la agenda de la Cámara alta.
En el eje de la pulseada está el nuevo bloque Unidad Federal que nació de la ruptura de cuatro senadores con la bancada del Frente de Todos. Ellos, más la cordobesa Alejandra Vigo, tienen hoy la llave del quórum y su apoyo es clave para que Juntos por el Cambio pueda convocar a una sesión especial, esto es, con un temario prefijado y sin la anuencia del oficialismo.
Luego de la ruptura, el Frente de Todos se quedó con 31 bancas y no alcanza a los 37 que se necesitan para abrir una sesión y manejar la agenda ni siquiera con el apoyo de sus tres aliados habituales, mientras que Juntos por el Cambio cuenta 33 senadores. Así, todos necesitan hoy de los cinco votos que tiene Unidad Federal.
Durante la disputa que se dio en la última sesión, Juntos por el Cambio y Unidad Federal se movieron en conjunto y esto frustró el plan del oficialismo, que intentó sin éxito imponer un orden para los proyectos con el que la oposición no estuvo de acuerdo. El interbloque del PRO y la UCR intentan ahora repetir ese acuerdo con los cinco senadores clave.
La debilidad numérica de Cristina Kirchner en el Senado: ¿la oposición puede explotarla?
Juntos por el Cambio ya presentó el pedido de sesión con un temario muy similar al que se frustró la última vez, donde figuran los pliegos para nombrar jueces en Rosario y en Córdoba y la llamada «Ley Lucio» sobre prevención del maltrato infantil, además de proyectos como la exención del Impuesto a las Ganancias para trabajadores de la salud.
Son temas en común con Unidad Federal, que también había reclamado una sesión especial con esos proyectos semanas atrás. Por eso el interbloque opositor espera sumarlos a la nueva avanzada para dejar expuesto que el Frente de Todos ya no puede manejar la agenda sin buscar acuerdos con la oposición.
Juntos por el Cambio quiere exponer la debilidad numérica de Cristina Kirchner y condicionar la agenda del oficialismo
Para pedir a la presidencia del Senado una sesión especial alcanza con las firmas de 5 senadores, pero otra cosa es juntar el quórum. Juntos por el Cambio sabe que, si vuelve a sumar fuerzas con Unidad Federal la presión sobre Cristina Kirchner se incrementa.
Esto se debe a que la presidencia está obligada por el reglamento a convocar a la sesión especial cuando sea requerida por al menos 5 senadores pero la fecha y el horario los tiene que fijar Cristina Kirchner. Si el reclamo proviene de una mayoría abultada, el escándalo ante una eventual negativa del oficialismo a llamar a la sesión sería más ruidoso.
En Juntos por el Cambio reconocen que la posibilidad de actuar en conjunto con Unidad Federal les otorga apenas una «mayoría circunstancial», que puede cambiar, pero apuntan contra el oficialismo porque «no quieren reconocer que ellos ya no tienen mayoría para hacer lo que quieren», deslizó una fuente de la bancada a este medio.
El nuevo bloque, tironeado por oficialismo y oposición
A pesar del intento de la bancada opositora, en Unidad Federal no tienen todavía una hoja de ruta definida. Fuentes del bloque que preside el jujeño Guillermo Snopek -uno de los que se fue del Frente de Todos- señalan que no descartan un acuerdo con Juntos por el Cambio pero que todavía no está cerrado. En Juntos por el Cambio, en tanto, ven cerca ese acuerdo según indicaron fuentes del espacio a iProfesional.
La posición clave que ocupa hoy en día este bloque empieza a someterlo a un tironeo entre los dos espacios más numerosos y también más enfrentados. El Frente de Todos también quiere lograr un entendimiento con Unidad Federal pero, a la vez, persiste el malestar por la ruptura.
El senador del Frente de Todos Mariano Recalde remarcó en una reciente entrevista radial que «hay cuatro senadores que se fueron y con esto logran impedir que el Frente de Todos por sí solo o con aliados pueda llegar al quórum».
El nuevo bloque Unidad Federal tiene la llave para el quórum y el Frente de Todos trata de separarlos de la oposición
Y respecto del futuro de la Cámara alta, lanzó un dardo: «Depende lo que hagan estos cuatro compañeros. Si van a seguir jugando y siguiendo la conducción de (el radical Alfredo) Cornejo y los dirigentes del PRO, y… probablemente el control del Senado lo tenga la oposición».
«Esperemos que no, esperemos que se sienten a dialogar con nosotros como nos habían prometido cuando armaron el bloque», agregó Recalde a continuación, en una muestra de que en medio del malestar igualmente el oficialismo quiere separar a Unidad Federal de Juntos por el Cambio y acercarlo a su orilla para evitar una derrota parlamentaria.
El antecedente y la incertidumbre en el Senado
El 30 de marzo pasado, con dos pedidos de sesión especial a la vista (primero el de Unidad Federal y luego el de Juntos por el Cambio) el Frente de Todos abrió el recinto con un temario que incluyó todos los proyectos pedidos por los otros dos sectores pero agregó la llamada Ley de Alcohol Cero al volante, criticada principalmente por los senadores de las provincias vitivinícolas.
Una vez iniciada la sesión, intentó alterar el orden del temario y Juntos por el Cambio se opuso. Después de algunos minutos de dudas y en medio de los gritos proferidos por familiares de víctimas de tránsito a quienes el oficialismo les permitió ocupar las bandejas del recinto para reclamar la Ley de Alcohol Cero, las dos bancadas opositoras se retiraron y dejaron sin quórum al Frente de Todos.
Con esta pulseada política, se frustró la designación de jueces para Rosario reclamada por todos los senadores de Santa Fe ante el avance del narcotráfico en esa ciudad, la Ley de Alcohol Cero, la Ley Lucio y varias medidas de carácter económico, como la eliminación del trámite de fe de vida para los jubilados y la exención del Impuesto a las Ganancias para trabajadores de la Salud. La oposición intenta ahora reflotarlos (sin el tema Alcohol Cero) y presionar al oficialismo.
La pelea dejó un clima muy caldeado y una fuerte incertidumbre sobre cómo trabajará el Senado en adelante, con el agregado de que en los años electorales suele ser más difícil que haya sesiones debido a la campaña electoral en la que se involucran buena parte de los legisladores.