El caso conmovió a toda la provincia, ya que expuso la precariedad de los controles y la irresponsabilidad del municipio.

La sentencia emitida hoy en relación con el fallecimiento de un niño en una plaza de General Güemes condena a la Municipalidad a pagar una indemnización por daños y perjuicios a los actores, ascendiendo a $12.242.572,27 más intereses por concepto de daño patrimonial y moral. 

El trágico accidente ocurrió en octubre de 2014 en la plaza del barrio El Cruce, cuando una estructura de ladrillos, utilizada como pérgola, se derrumbó sobre el niño mientras jugaba en el lugar. El pequeño, I.M. Bejarano, de 11 años en ese momento, perdió la vida en el acto. Vivía con sus padres, Leopoldo Bejarano y Alejandra Rodríguez, y tres hermanos mayores.

El incidente tuvo lugar mientras el menor se entretenía con otros niños en la plaza, manipulando alambres que sostenían la estructura de ladrillos y enredaderas. La precariedad de la construcción y la tensión en los alambres resultaron en el derrumbe repentino de una columna, causando la tragedia.

En respuesta al incidente, el entonces intendente Daniel Segura expresó la responsabilidad del municipio en el suceso y su disposición para acompañar y asistir a la familia en ese doloroso momento.