viernes, octubre 18

LOS CINCO MINUTOS DEL ESPÍRITU SANTO

0
90

LOS CINCO MINUTOS DEL ESPÍRITU SANTO🌾

24 de Abril

Quisiéramos vivir con más profundidad, ser personas más espirituales, realmente transformados por el Espíritu Santo. Pero no vemos grandes cambios en nuestra vida.
Si nos miramos a nosotros mismos con sinceridad podremos descubrir que en nuestro interior no está la profundidad que deseamos. Allí también hay límites e incoherencias. Posiblemente encontremos mucho egoísmo allí adentro, y lo que llamamos «amor al prójimo» quizás sea sólo una necesidad de satisfacciones afectivas, quizás sea sólo una forma de egoísmo, de estar encerrados en nuestras propias necesidades y de buscar a los demás sólo para que nos hagan sentir bien. Por eso parece que ese amor se acaba cuando los demás contradicen nuestros proyectos, cuando no nos dan la razón, no nos elogian, o no dicen lo que nos interesa escuchar.
Entonces, la incoherencia y el vacío también están dentro de nosotros mismos.
Por eso, cuando buscamos la soledad y nos encontramos con nosotros mismos a veces sólo estamos escarbando en el vacío. Porque nuestra interioridad sólo tiene vida y hermosura si allí está presente el Espíritu Santo, y si nos dejamos cambiar por él.
Sin esa luz del Espíritu Santo, terminamos confundiendo a Dios con nuestros pensamientos, con nuestra confusión mental, con nuestros sentimientos tan cambiantes. Y Dios es mucho más que todo eso, mucho más.
Si queremos ser verdaderamente profundos, busquemos al Espíritu Santo.

PILDORAS DE FE🌾

Señor, que oportunidad tan maravillosa es conocerte, amarte y seguirte. Un día tu nombre llegó a mis oídos y mi vida no volvió a ser la misma. El fuego de tu amor me sedujo y ahora me devora por dentro. Tu Santo Espíritu me impulsa a amarte más y más cada día. Desciende, ¡Oh Dios de amor y compasión! y recuérdame que tu Reino es un eterno presente. Renueva mis fuerzas, renueva mi vida, prepara mi corazón para recibirte en cada momento de mi vida, y sobre todo prepara mi alma para recibir el gran Don de tu compañía. Amén