Existen algunos hábitos que pueden hacer que tu vientre se infle a lo largo del día y se genere lo que se conoce como distensión abdominal.
Comer deprisa
Al hacerlo se traga más aire, lo que contribuye a la inflamación. Además, masticar poco hace que lleguen pedazos muy grandes al estómago y su digestión se vuelva más lenta y complicada lo que genera gases.
Falta o exceso de fibra
Consumir pocas cantidades favorece el estreñimiento y con él, la hinchazón. Comer grandes cantidades también resulta contraproducente ya que es una sustancia que el organismo no puede procesar y se fermentan en el aparato digestivo lo que produce gases.
Abuso de refresco, cerveza o agua de sifón
Son bebidas carbonatadas que contienen gas carbónico que puede acumularse en el estómago.
Falta de actividad física
Provoca poca movilidad del intestino lo que no permite que se liberen los gases acumulados.
Tabaco y chicle
Con ellos tragamos más aire que se acumula en el sistema digestivo.
Intolerancias alimentarias
La distensión abdominal figura entre los síntomas de la celiaquía (intolerancia al gluten), la intolerancia a la lactosa y otras alergias alimentarias.
Fuente: Silvia Olmedo
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