Este es un resultado importante que demuestra, según explican, que los ojos no solo son una de las puertas de ingreso del virus en el organismo, sino también una “potencial fuente de contagio”.
Partiendo de un hisopado ocular tomado tres días después de la hospitalización de una paciente positiva al coronavirus que estuvo internada en el hospital Spallanzani a fines de enero y que presentaba una conjuntivitis bilateral, los investigadores lograron aislar el virus.
Demostraron así que el virus, además de estar en el aparato respiratorio, es capaz de replicarse también en las conjuntivas.
Se trata de un hallazgo que tiene “importantes implicancias también en el plano de la salud pública”, tanto que el resultado -subrayó el Instituto- fue comunicado a la Organización Mundial de la Salud (OMS), de acuerdo con el editor de la revista, antes de su publicación.
Esta investigación demuestra que los ojos no son solo una de las puertas de ingreso del virus al organismo sino también una potencial fuente de contagio”, comentó Concetta Castilletti, responsable de la Unidad Operativa de Virus Emergentes del Laboratorio de Virología del Spallanzani.
“De allí la necesidad de un uso apropiado de dispositivos de protección en situaciones, como los exámenes oftalmológicos, que se creía podían ser relativamente seguros respecto de los riesgos de contagio que plantea este virus”, aclaran.
La investigación demostró, además, que los hisopados oculares pueden ser positivos cuando, en cambio, las muestras del tracto respiratorio no muestran más rastros del virus.
Las muestras respiratorias de la paciente, en efecto, a tres semanas de la internación eran negativas, mientras la muestra ocular aún era débilmente negativa hasta 27 días después de la hospitalización.
Ahora serán necesarios nuevos estudios, precisaron los investigadores, para verificar hasta cuándo el virus sigue estando activo y potencialmente infeccioso en las lágrimas: hay que recordar, en efecto, que el análisis molecular releva solo la presencia de RNA viral en la muestra, y solo el aislamiento del virus en un cultivo celular puede revelar su capacidad infecciosa.
El hallazgo de los investigadores, subrayó Marta Branca, directora general del Spallanzani, “es otra pequeña pieza que se inserta en el complicado rompecabezas de este virus. Nuestra satisfacción es contribuir, con esta investigación, a dar a conocer mejor los mecanismos de contagio y, por lo tanto, a crear mayor conciencia y seguridad en los operadores llamados a confrontarse con la gestión clínica de los pacientes”.
Hasta el momento, hay más de 2.7 millones de contagiados en el mundo, mientras que las muertes por la pandemia son más de 190.000.
Fuente: Agencia ANSA