El vocero del Kremlin fue consultado si la anexión de las regiones será total o parcial y evitó dar una respuesta concreta

Mientras Ucrania continúa avanzando hacia el este, Rusia oficializó el viernes la anexión de Donetsk, Lugansk, Kherson y Zaporiyia, en una medida calificada por algunos analistas como improvisada ya que el Kremlin agregó a su territorio regiones que todavía siguen en disputa.

Al respecto, el portavoz del Gobierno, Dimitri Peskov, fue consultado respecto a si se anexaba la totalidad del territorio o solo las partes bajo control de las tropas rusas y evitó dar precisiones al respecto: “Seguiremos consultando a la población de estas regiones”, se limitó a decir.

El avance de las tropas ucranianas les permitió reingresar en las regiones de Kherson y Zaporiyia donde ya controlan pequeñas ciudades, pese a que Rusia ahora las considera como territorio nacional. La prensa también le consultó sobre esta situación pero el funcionario ruso destacó que no tiene “nada que añadir”.

“Ahora no puedo responder a su pregunta. Sin lugar a dudas, en cualquier caso cualquier configuración dependerá únicamente de la voluntad de la gente que viven en estos territorios”.

Dmitri Peskov, vocero del Kremlin

Este lunes la Duma, la cámara de diputados rusa, tratará los tratados de anexión firmados por la Federación Rusa con las regiones ucranianas de Donetsk, Luhansk, Kherson y Zaporizhzhia y los ratificará. Según los documentos, en esas cuatro regiones la lengua oficial será el ruso, aunque se permitirá el empleo del ucraniano, y la moneda nacional, el rublo.

La posición expresado por Peskov revela los serios problemas que está teniendo el ejercito ruso para mantener el control de los territorios más orientales de Ucrania. Allí una parte de la población es ruso parlante y estaba a favor de pasar a formar parte de la Federación Rusa, dichas regiones son lo mínimo que el Kremlin pretendía controlar, luego de la retirada de Kiev y el centro del país.

El avance de Ucrania genera desesperación en el Kremlin

El hecho no poder garantizar el dominio total de territorios ya anexados podría ser un golpe de gracia en una guerra próxima a cumplir ocho meses. Si bien en Rusia ya son más cautos a la hora de habar del desarrollo de la guerra, las últimas medidas comunicadas por el presidente, Vladimir Putin, confirman la desesperación para evitar que las tropas ucranianas continúen avanzando.

Semanas atrás, Putin convocó a más de 300 mil reservistas para reforzar el frente en el país vecino. Lo que provocó una fuga masiva de jóvenes hacía los países vecinos para evitar tener que ir a luchar a Ucrania.

Incluso desde Turquía, país que intermedia entre las partes involucradas en la guerra, revelaron que el mandatario ruso puja por una resolución del conflicto en el corto plazo, antes de que su capacidad de negociar sea mínima: “En Uzbekistán me reuní con el presidente Putin y tuvimos discusiones muy extensas. Y él me ha demostrado que está dispuesto a terminar con esto lo antes posible. Esa fue mi impresión, porque la forma en que van las cosas en este momento es bastante problemática”, resaltó el el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan.