viernes, septiembre 20

Quién es el novio de Tamara Pettinato, el hombre que Cristina impulsó con el respaldo de La Cámpora

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José Glinski, conocido por su relación con Tamara Pettinato, fue impulsado a la política nacional gracias a su cercanía con Máximo Kirchner y Wado de Pedro.

José Glinski, un hombre que ha sabido moverse con astucia en los círculos de poder, logró obtener enormes privilegios gracias a sus conexiones con figuras influyentes de La Cámpora.

Su vínculo sentimental con Tamara Pettinato, hija del reconocido músico Roberto Pettinato y amante de Alberto Fernández con quien el exmandatario grabó los dos polémicos videos en su oficina en Casa Rosada, es solo una parte de su historia.

Sin embargo, su verdadero impulso en la política nacional se debe a su relación con Ignacio Lamothe, jefe del Consejo Federal de Inversiones (CFI), una de las últimas fuentes de financiamiento millonario que aún controla La Cámpora, incluso tras la llegada de Javier Milei a la presidencia.}

Ignacio Lamothe, jefe del Consejo Federal de Inversiones (CFI)

Ignacio Lamothe, jefe del Consejo Federal de Inversiones (CFI).

Glinski, un personaje enigmático y seductor, ha sabido utilizar su encanto para tejer una red de influencias que lo ha llevado a ocupar cargos de relevancia. Su capacidad para hacer amigos en los lugares correctos le abrió las puertas a figuras como Wado de Pedro y Máximo Kirchner, quienes, según fuentes cercanas, intercedieron ante Cristina Kirchner para asegurar su nombramiento en el Congreso.

La expresidenta habría dado su visto bueno, consolidando así el ascenso de Glinski dentro de la estructura camporista.

El CFI, bajo la dirección de Lamothe, maneja este año un presupuesto cercano a los $100.000 millones, una cifra astronómica que sigue fluyendo hacia las arcas de La Cámpora. Aunque se espera que esos fondos se destinen al desarrollo regional, las críticas sobre su manejo son frecuentes. Muchos señalan que los recursos se despilfarran en viajes y proyectos que nunca se concretan.

El ascenso de Glinski ha estado marcado por su habilidad para adaptarse y sobrevivir en un entorno político cambiante. Desde su rol en la Policía de Seguridad Aeroportuaria, donde Tamara Pettinato disfrutaba de privilegios como accesos VIP en aeropuertos y traslados en vehículos oficiales, hasta su posición actual como diputado nacional, Glinski ha sabido aprovechar cada oportunidad para avanzar en su carrera.

Su historia también está salpicada de controversias. Glinski ha sido vinculado con actividades de inteligencia paralela, y algunos apuntan que habría colaborado en la obtención de escuchas ilegales durante el viaje de funcionarios judiciales a Lago Escondido, un escándalo que sacudió al país. Aunque él niega estas acusaciones, su proximidad con figuras del poder y su capacidad para mantenerse en la sombra generan sospechas.

Mientras tanto, el CFI continúa operando bajo el radar, manejando recursos sin rendir cuentas claras. La figura de Glinski es solo un ejemplo de cómo se mueve el poder en la Argentina, donde las relaciones personales y las conexiones políticas son la llave para ascender en un sistema marcado por la opacidad y la falta de transparencia.