Salta: condenas de 4 a 6 años de prisión a cinco integrantes de una organización narcocriminal que operaba en Tartagal

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Los acusados fueron detenidos en agosto del 2023 cuando ejecutaban un transporte de 29 kilos de cocaína. Obtenían la droga de la frontera norte y realizaban el traslado bajo la modalidad de postas hasta la provincia de Formosa. La sentencia fue dictada en juicio abreviado. Incluye el decomiso de una camioneta y dos automóviles, entre otros bienes.

El Tribunal Oral Federal N°2, con la integración unipersonal de la jueza María Alejandra Cataldi, condenó en el marco de un juicio abreviado a cinco personas acusadas de integrar una organización narcocriminal que fueron detenidos el 10 de agosto del año pasado cuando transportaban 29 kilos de cocaína ocultos en el tanque de combustible de una camioneta. La desarticulación de la banda se produjo en el marco de una investigación desarrollada por la Sede Fiscal Descentralizada de Tartagal, la que había iniciado la pesquisa seis meses antes.

Las penas fueron dictadas por la jueza Cataldi el 25 de abril pasado y recayeron sobre Raúl Javier Brítez, Eduardo Tevés, Lorenzo Tufix Crai y Lino Andrés Hurtado, quienes fueron considerados coautores del delito de transporte de estupefacientes agravado por el número de intervinientes. En tanto, Marcelo Ricalde fue condenado por el mismo delito pero en grado de partícipe secundario.

Según el acuerdo de juicio abreviado, Brítez y Tevez recibieron 6 años de prisión; Hurtado, 6 años y 4 meses de prisión; Tufix Crai, 4 años y 6 meses de prisión; y Ricaldi, 4 años y dos meses de prisión. La pena de este último abarcó el hecho de esta causa y uno anterior de encubrimiento de contrabando.

Tal como lo requirió el fiscal federal Marcos Romero, quien se encuentra a cargo de la Sede Descentralizada de Tartagal, el tribunal ordenó el decomiso de una camioneta Toyota Hilux utilizada para la operación de tráfico, de dos automóviles -un Chevrolet Corsa y otro modelo Tracker-, como también de tres teléfonos celulares.

Al presentar el acuerdo de juicio abreviado, la fiscalía sostuvo que la detención de los acusados fue resultado de una investigación iniciada en febrero de 2023 abierta a partir de una información tomada de un caso similar, también registrado en Tartagal, donde tres personas fueron condenadas por transportar 18 kilos de cocaína en el tanque de combustible de una camioneta, entre ellos, un hermano de Raúl Javier Brítez.

El dato, según se expuso en la audiencia, giraba en torno a uno de los acusados y la modalidad de traslado de la droga. El transporte se hacía en una camioneta, con conductores que se turnaban bajo la modalidad de posta para cubrir el tramo, entre Salvador Mazza, donde ingresaba el tóxico; Aguaray; caminos alternativos del gran Chaco; y en rutas provinciales de Formosa, donde desembocaba tras eludir los controles fijos de prevención ubicados sobre la Ruta Nacional 34.

Las pesquisas fueron dirigidas por los auxiliares fiscales José Rafael Lamas y Matías Aguilera. El 10 de agosto del año pasado pudieron establecer que los acusados habían activado una operación de tráfico a raíz de intervenciones telefónicas y de tareas de campo realizadas por personal de la Gendarmería Nacional.

Alrededor de las 16.00 de aquél día se pudo corroborar que Tufix Crai había llegado a la localidad formoseña de Ingenio Juárez en una camioneta Toyota, que fue sometida al control de rutina. En ese contexto reveló que Brítez le había entregado el rodado.

La Gendarmería detectó 31 paquetes con cocaína dentro del tanque de combustible de una Toyota Hylux. La carga equivalía a 29 kilos y 895 gramos de la sustancia, con una capacidad de producción de más de 226 mil dosis.

En el tanque de combustible

Durante la requisa, un perro antinarcóticos detectó la presencia de drogas en el tanque de combustible, en la parte inferior de la camioneta. Un examen más profundo, con el control judicial del caso, que contó con autorización de prórroga de jurisdicción, permitió descubrir 31 paquetes de droga dentro del tanque, equivalentes a 29 kilos y 895 gramos de cocaína, con una capacidad de producción de 226.661 dosis.

Según lo expuesto, hasta ese procedimiento la fiscalía ya conocía de manera precisa la dinámica de la organización y la identidad de los acusados. El MPF expuso que Tufix Crai y Brítez habían salido desde Tartagal en el Chevrolet Corsa, mientras que Ricalde y Teves lo habían hecho en la camioneta, ya cargada con la droga, por caminos alternativos de Salta Victoria Este.

La fiscalía añadió que el grupo se había reunido en un parador de comidas del lado de la provincia de Formosa, desde donde Tufix Crai pasó a conducir la camioneta, mientras Brítez, Ricalde y Tevez emprendieron regreso a la provincia de Salta por la Ruta Nacional 81. Durante el viaje, fueron detenidos en un control de Policial denominado Línea Barilari, a la altura del kilómetro 1685, que delimita Salta y Formosa.

La fiscalía explicó que la detención de Hurtado se produjo al día siguiente, a raíz de un pedido de allanamiento con la finalidad de su captura requerido por la sede fiscal, en base a numerosas evidencias que daban cuenta de su relación con los otros imputados.

En efecto, la fiscalía resaltó la existencia de intervenciones telefónicas entre Hurtado y Brítez, de las cuales surgía que tenía “cierta ascendencia en el grupo y tomaba decisiones respecto de la dinámica” del transporte frustrado.

De acuerdo con los elementos del caso expuestos por la fiscalía, Hurtado también proveyó vehículos, uno de ellos el Chevrolet Tracker, para el traslado de la droga, e incluso tuvo injerencia en la selección de las rutas de traslado del tóxico desde su lugar de residencia, en Salvador Mazza. La fiscalía, en ese sentido, indicó que el acusado era quien conseguía la droga en la zona de frontera.

“Era un eslabón importante en la logística y tenía un rol en el transporte, que era de hacerse la sustancia para ingresarla y transportarla al sur. Por ello su conducta es de coautoría agravada por la cantidad de personas intervinientes, en el transporte de estupefacientes”, destacó el fiscal.

Romero mencionó otras pruebas, entre ellas las conversaciones mantenidas entre los implicados, en su mayoría con lenguaje encriptado, tales como “estamos esperando los animales”, “estamos esperando los repuestos, estamos” y “tenemos que viajar Santa Victoria Este”, entre otros.

Con los hechos establecidos, la jueza verificó el encuadre jurídico y la viabilidad de la resolución de conflicto por la vía del proceso abreviado, que fue confirmada por los propios acusados y por sus defensas, tanto sobre la responsabilidad penal del hecho como sobre las penas acordadas. Luego, dio por formalizadas las condenas y el decomiso de los bienes.