El ministro de Desregulación arremetió contra los pilotos por el paro de 24 horas y sugirió que es el momento adecuado para retomar la discusión sobre la privatización de Aerolíneas Argentinas.

El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, criticó duramente a los pilotos de Aerolíneas Argentinas por el paro de 24 horas que llevan adelante en reclamo de una mejora salarial. El funcionario cuestionó el impacto de la huelga en los usuarios y reflotó la idea de privatizar la compañía aérea de bandera, una discusión que había sido desestimada en el pasado.

En declaraciones recientes, Sturzenegger aseguró que “los pilotos están parando porque no les asignaron asientos en business”, y denunció que estos empleados, que perciben salarios elevados, se benefician de privilegios que, según él, ya no deberían estar sostenidos por el Estado.

“No vamos a aceptar más aumentos salariales hasta que la empresa sea rentable”, afirmó tajantemente.

Paro y privilegios de los pilotos

El paro, que se extendió por 24 horas, afectó a miles de pasajeros en todo el país, generando un clima de tensión entre el gremio y el gobierno.

Sturzenegger subrayó que el salario de los pilotos, que en algunos casos superan los 3 millones de pesos mensuales, no justifica el conflicto. “Tienen beneficios, como volar junto a sus familias en clase business, y eso es parte de lo que está en discusión”, dijo el ministro, al tiempo que reafirmó la necesidad de eliminar subsidios a empresas que no son rentables.

En el marco del conflicto, el libertario aprovechó para reavivar el debate sobre la privatización de Aerolíneas Argentinas. Recordó que en su momento el Gobierno intentó transferir la empresa al sector privado, pero que el Congreso lo impidió. “Hoy sería un excelente momento para reimpulsar esa iniciativa”, declaró, destacando el proyecto de ley que un grupo de diputados del PRO presentó recientemente para avanzar en esa dirección.

El ministro fue enfático al señalar que Aerolíneas Argentinas debe ser administrada con eficiencia y no con fondos de los contribuyentes. “No vamos a permitir que el bolsillo de los argentinos siga financiando una empresa que no genera ganancias”, concluyó.