Se trata de Marcelo Suárez Salvia. El gesto diplomático se produce después de tensiones por una foto entre un legislador libertario y la representante de Taiwán. 26 diciembre, 2023

China aprobó la designación de Marcelo Suárez Salvia como el nuevo embajador argentino en Beijing, un gesto que se interpreta en la Casa Rosada y Cancillería como una señal de distensión en la relación bilateral. La aprobación llega después de un fin de semana marcado por tensiones debido a una foto en la que el legislador provincial libertario Agustín Romo aparece con la representante de Taiwán en Argentina.

Desde Beijing expresaron su descontento con la imagen, señalando que “Taiwán es una línea roja” para China, ya que considera a Taiwán como una provincia rebelde, al tiempo que Taipei busca su independencia. Esta situación generó cortocircuitos en la relación bilateral durante el primer fin de semana de gestión de Marcelo Suárez Salvia.

La designación de Suárez Salvia fue impulsada por el presidente argentino, Javier Milei, en respuesta a la indicación china de que la falta de un embajador en Beijing era considerada un gesto de desaire. La Argentina envió el placet para la designación la semana pasada, y la aprobación por parte de China se interpreta como un paso hacia la normalización de las relaciones.

El placet es un proceso previo obligatorio en el cual un país notifica y solicita la aprobación del otro, en este caso a China, para nombrar a un embajador. En el caso de los diplomáticos es a través de un decreto, mientras que la aprobación para los embajadores políticos tienen que pasar por el Senado.

Marcelo Suárez Salvia es un diplomático de carrera que actualmente se desempeña como embajador en Trinidad y Tobago, desde 2021. Aunque no es un experto en Asia o China, el gobierno argentino ha decidido enviar a un diplomático a esta sede crucial. 

Anteriormente, el ahora embajador argentino en China ocupó el mismo cargo en Canadá durante la gestión de Susana Malcorra en Cancillería. 

Suárez Salvia estuvo muy cerca de la Cancillería durante la presidencia de Mauricio Macri, desempeñándose desde la sección de Ceremonial en el armado y ejecución, junto a Jorge Faurie, de todo el G20 en Buenos Aires. Después de este histórico evento, fue destinado como cónsul general en Nueva York, un cargo de importancia y suma relevancia.

Sin embargo, la pandemia cambió los planes del diplomático. Su traslado se demoró y, finalmente, Alberto Fernández decidió enviarlo a la embajada de Trinidad y Tobago, donde se encuentra hasta el día de hoy.