viernes, mayo 17

Acuerdo con el FMI: ¿por qué hay dudas en Wall Street?

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De acuerdo con los inversores, no se cumplirá con la baja del déficit y critican el arreglo por carecer de reformas y de contenido; hay expectativa por cómo será el futuro del Gobierno tras el desaire de La Cámpora y de Cristina Kirchner

Luego de la aprobación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la caída del dólar fue el movimiento más relevante que se produjo en el mercado financiero. El Gobierno cumplió con el objetivo de corto plazo para evitar un default con el FMI y prevenir una estampida cambiaria. Sin embargo, el escenario político y económico aún presenta desafíos. 

Hace más de un mes, Alberto Fernández, jefe de gobierno, manifestó que sin el acuerdo con el FMI, hubiera tenido que decretar un feriado cambiario para evitar un gran salto monetario. En esta línea, el ministro de Economía, Martín Guzmán, esta semana justificó en el Congreso la necesidad de que se apruebe el acuerdo.

Aparte de la evolución cambiaria, el acuerdo despertó bajas expectativas entre los inversores. En este sentido, cabe mencionar que el riesgo país continúa bordeando los 1.900 puntos básicos y las acciones prácticamente no repuntaron.

Dicho acuerdo no pasó el filtro de los principales analistas locales y tampoco de los bancos de inversión en Wall Street. Antes del estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania, ya se veía como altamente improbable cumplir con la meta de reducción del déficit primario del 3% al 2,5% este año.

El ajuste adicional al que se comprometió el Gobierno para el año electoral es otro aspecto interesante. En 2022 ese rojo debería caer a 1,9%. Sin embargo, no hay indicios claros sobre cómo se logrará ese objetivo.

Por su lado, la mirada de los inversores está más puesta en los futuros acontecimientos políticos que en la economía. La votación en el Congreso dejó una fuerte grieta en el oficialismo. Esto se debe a que la mayoría de los votos en contra del acuerdo con el FMI fueron del propio Frente de Todos.

Tanto La Cámpora como Cristina Kirchner, se ocuparon de repudiar explícitamente el arreglo con el FMI. La vicepresidenta fue más allá y responsabilizó al organismo de la creciente pobreza en la Argentina.