Crece la tensión entre Pettovello y Caputo: roces por el presupuesto universitario y la ANSES

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La ministra y el asesor presidencial protagonizan una fuerte disputa que impacta en áreas críticas de la gestión nacional. Fuentes cercanas al presidente afirman que Milei intenta mediar entre sus colaboradores más cercanos.

La interna entre dos de los funcionarios más influyentes del gobierno de Javier Milei desató una tormenta en la Casa Rosada. La ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, y el asesor presidencial Santiago Caputo, dos figuras cercanas al presidente, entraron en una feroz disputa que afecta temas clave de la agenda gubernamental.

La raíz del conflicto radica en diferencias sobre la gestión de áreas sensibles del Estado, como el presupuesto universitario y la administración de la ANSES, según reveló Clarín. Pettovello, a quien Milei ha otorgado un vasto poder al frente del Ministerio de Capital Humano, controla sectores estratégicos como educación, trabajo y la asistencia social, lo que ha generado roces con Caputo, quien acusa a la ministra de no estar a la altura de la responsabilidad que conlleva manejar un ministerio con tantas áreas bajo su órbita.

Por su parte, la funcionaria señaló en varias ocasiones que Caputo utiliza su influencia en las redes sociales para socavar su autoridad. Según fuentes cercanas a la ministra, ella cree que su colega conspira en las sombras para desplazarla de su cargo y acumular más poder dentro del gobierno.

Uno de los puntos más álgidos de la disputa es el conflicto en torno al financiamiento de las universidades públicas. Desde que en abril se realizó la multitudinaria Marcha Universitaria Federal, que exigía mayores fondos para el sistema universitario, las diferencias entre Pettovello y Caputo se hicieron más evidentes. Mientras que Pettovello, según sus allegados, intentó llegar a un acuerdo con los rectores universitarios, Caputo acusa a la ministra de no haber manejado la situación de manera eficiente, lo que derivó en una escalada del conflicto.

El Congreso, a pesar de las negociaciones, terminó aprobando un nuevo presupuesto universitario que elevó el costo a unos 600 mil millones de pesos, una cifra que Milei ha prometido vetar. Este tema ha sido un foco de tensiones no solo dentro del gobierno, sino también entre ambos, quienes difieren en cómo abordar la crisis.

Otro tema que ha generado fricciones es la administración de la ANSES, uno de los organismos más importantes del Estado en términos de presupuesto. Pettovello se ha quejado de que Caputo intenta interferir en la gestión del organismo que, en la práctica, está bajo su control. Caputo, por su parte, ha cuestionado la capacidad de la ministra para manejar adecuadamente las políticas previsionales.

Según informantes del entorno presidencial, ambos han llegado al extremo de aconsejar a Milei que prescinda de los servicios del otro. La tensión ha escalado tanto que en varias ocasiones evitaron cruzarse en reuniones comunes, lo que demuestra la profundidad de la grieta entre ambos.

Manuel Adorni, vocero de la Presidencia, intentó desestimar los rumores en una reciente conferencia de prensa, calificándolos como “invenciones periodísticas”. Sin embargo, desde el círculo íntimo del gobierno aseguran que la disputa entre Pettovello y Caputo es real y que la situación ha llegado a un punto crítico.

El dilema para Milei es evidente. Desprenderse de cualquiera de los dos generaría un fuerte impacto en la estabilidad de su gobierno, pero mantenerlos en sus actuales posiciones parece estar profundizando la crisis. En este contexto, la gestión de áreas sensibles como la educación y las jubilaciones se ha visto afectada, y la presión sobre el presidente para resolver esta disputa es cada vez mayor.

En los próximos meses, será crucial observar cómo Milei maneja este conflicto interno. El gobierno enfrenta desafíos importantes, como la crisis económica y las demandas sociales, y la interna entre Pettovello y Caputo podría convertirse en un obstáculo insuperable si no se resuelve de manera adecuada. Mientras tanto, la ministra y el asesor continúan en sus respectivos roles, aunque la grieta entre ambos sigue creciendo.