El Gobierno de EEUU se preocupa por el uso de bombas pesadas por Israel

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Las autoridades estadounidenses siguen de cerca la situación en la Franja de Gaza. Hay preocupación por que escale el conflicto por la utilización de armamento más pesado.

Antony Blinken, el secretario de Estado de EEUU. 
Antony Blinken, el secretario de Estado de EEUU.  AFP

El gobierno de Joe Biden sigue preocupado por el posible uso de bombas pesadas por parte del ejército de Israel contra civiles en la ciudad de Ráfah, en el sur de Gaza. Según declaró este miércoles el Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, están en contacto con el gobierno israelí por este asunto.

EEUU ya había revisado este mes la entrega de armas que Israel podría utilizar para una gran invasión de la ciudad de Ráfah, donde más de un millón de civiles, en su mayoría palestinos, se han refugiado desde que se desató el conflicto armado en el territorio. Como resultado, pausó un envío de bombas al estado judío.

«Mantenemos una conversación permanente con Israel sobre este tema y sobre nuestra preocupación por el uso de estas armas en particular de esa forma concreta en ese lugar concreto. Y esas preocupaciones se mantienen», declaró Blinken en una audiencia ante la Cámara de Representantes.

Israel, uno de los principales aliados de EEUU y receptores de ayuda militar, aún debe recibir miles de millones de dólares en armamento estadounidense.

El ejército israelí avanza en la Franja de Gaza.

El ejército israelí avanza en la Franja de Gaza. Reuters

«El resto de la ayuda que hemos estado proporcionando para la defensa de Israel continúa y continuará porque, una vez más, el presidente está decidido a que el país tenga lo que necesita para defenderse», añadió Blinken en la audiencia.

Las consecuencias del conflicto en la Franja de Gaza

El gobierno israelí toma represalias contra Hamás en Gaza, un enclave de 2,3 millones de habitantes, desde el brutal ataque perpetrado por el grupo terrorista el pasado 7 de octubre en el que los militantes palestinos mataron a 1.200 personas y tomaron 253 rehenes, según los recuentos oficiales del estado judío.

Por su parte, las autoridades palestinas afirman que ya han muerto más de 35.000 personas, en su mayoría civiles, por el accionar del ejercito israelí en la Franja. Además, denuncian un caso de desnutrición generalizada en gran parte de la población por la falta de alimentos y el acceso a otros recursos.

Miles de personas se han quedado sin hogar y gran parte de sus infraestructuras quedaron destruidas debido a los continuos bombardeos y ataques de Israel.