sábado, septiembre 21

El riesgo país, un hueso difícil de roer para Luis Caputo: por qué se resiste a perforar los 1.300 puntos

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El riesgo país es una variable clave para que Argentina pueda volver al mercado internacional de deuda. Los bonos subieron en la semana, pero esa variable no logra perforar un nivel clave aún.

Al riesgo país argentino le cuesta vencer las resistencias y no logra perforar los 1.300 puntos y, si bien hace unos días en el canal de streaming del Ministerio de Economía, la cabeza de esa cartera, Luis Caputo, dijo que no le preocupa ese dato porque tiene el dinero para hacer frente a sus obligaciones hasta 2026, Argentina necesita que perfore las 1.000 unidades para poder volver a acceder al mercado internacional de deuda en algún momento. ¿Por qué se resiste a bajar?

Lo primero que hay que señalar es que estamos hablando de un índice económico que mide el riesgo que representa un país para los inversores. Lo que refleja es la relación de los bonos soberanos respecto de la tasa de política monetaria de Estados Unidos. Si caen los tipos en el país del norte y los bonos no suben, se agranda la diferencia y el riesgo país crece.

En 2016, Mauricio Macri asumió el Gobierno con ese indicador cerca de los 500 puntos y, en octubre de 2017, había bajado a las 342 unidades, el mínimo nivel en una década, pero volvió a subir y, en 2019, superó las 2.500. Mientras que, cuando Milei llegó a la presidencia se encontraba en los 1.920 puntos y, en enero de este año, alcanzó a superar los 2.100.

Desde ese momento, el equipo económico de Caputo intenta hacer todo lo posible para bajarlo y logró que se ubicara en las 1.200 unidades en abril de 2024. Sin embargo, luego retomó la suba, y, durante varios meses osciló entre los 1.600 y los 1.400 puntos, hasta este miércoles, en que se dio la decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) de bajar la tasa en 0,5%. No obstante, pese a que los bonos soberanos subieron esta semana un 5,8%, el viernes 20 de septiembre volvió a trepar y el riesgo país ronda los 1.320 puntos.

Un riesgo país que baja, pero no lo suficiente

Así, el experto en mercados de capitales Marcelo Bastante apunta que «el riesgo país ha experimentado una reducción muy significativa desde la asunción del nuevo gobierno, dado que estaba en alrededor de 2.500 puntos básicos y hoy está cercano a 1.300″, pero considera que, aún es un número alto y la expectativa del oficialismo es que siga en un sendero descendente.

El Gobierno apunta a la eliminación del déficit fiscal y ordenamiento de la macro para avanzar en ese sentido, pero cuesta bajarlo pese a que dice estar por un buen camino en el ordenamiento de la economía y varias voces del mercado lo convalidan. Tampoco tiene un efecto tan notorio el hecho de que Caputo haya asegurado los dólares para pagar sus compromisos.

Asimismo, la consultora Delphos Investemts menciona en un informe de esta semana que los bonos globales argentinos alcanzaron zonas de nuevos máximos durante la rueda de ayer, pero el riesgo país se encuentra muy por encima de los 1.150 puntos observados a finales de abril de este año y apunta que «esta aparente contradicción en realidad se explica por la fuerte baja que tuvieron los rindes de los bonos soberanos estadounidenses».

Riesgo país: las condiciones que se necesitan para mejorar el índice

Y es que el rinde de la nota a diez años de EEUU alcanzó su máximo justamente en abril de este año, cuando llegó casi a la zona de 4,75% anual. «Luego de que estos comprimieran más de 100 puntos, los bonos argentinos deberán trepar al menos otro 10% para lograr llevar al indicar de riesgo país a un nuevo mínimo reciente«, señalan.

Señalan que «el mercado de renta fija continúa mostrando un tono optimista tras la presentación por parte del presidente Milei de un Presupuesto nacional 2025 ambicioso ante el Congreso» y los rendimientos en pesos siguen apostando por una tendencia desinflacionaria, con la curva CER que registra una caída promedio del 0,5% y la de LECAP que marca incrementos cercanos al 0,3%. «Al mismo tiempo, la curva soberana en dólares subió un promedio de 1,7%, mientras que el riesgo país alcanzó su nivel más bajo desde principios de junio, ubicándose en 1.350 puntos», refleja el informe de Delphos.

El Artículo 1° del presupuesto refleja un compromiso firme con el equilibrio fiscal y estima, entre otras cosas, una inflación anual del 18% para 2025, proyecciones bien recibidas por el mercado, especialmente por la curva soberana en dólares, que parece algo rezagada en comparación con otros activos financieros. «Si bien estas expectativas no deben tomarse como una realidad asegurada, de cumplirse las estimaciones presupuestarias, los grandes beneficiados serían la curva soberana en dólares y los activos de tasa fija», para Delphos.

Esos elementos hacen suponer que debería ir hacia un nivel inferior. Pero, las razones de esta resistencia tienen su explicación en la macro local también, según los analistas de la city. Y es que hay algunos «agujeros» en el excel del oficialismo que no terminan de cerrar.

La falta de dólares, una de las claves

Uno de esas incógnitas es la escasez de dólares. «No baja porque no hay reservas, las netas están negativas, y el segundo semestre del año, generalmente, es una etapa en la que no suelen entrar dólares. Entonces, hasta que no se vea de dónde van a llegar los dólares a la Argentina, es complicado que baje», señala el analista financiero Daniel Osinaga.

Y asegura que, hay que tener en cuenta que el país va a enfrentar un vencimiento de deuda grande en enero y preocupa al mercado esta situación. Si bien el Gobierno asegura que ya está acordado el REPO, el analista indica que «el mercado descree un poco de que esto sea así y está esperando a ver para creer».

De hecho, con el riesgo país aún alto, el ministro de Economía, Luis Caputo, anticipó que las próximas revisiones (la octava y la novena) del Fondo Monetario Internacional (FMI) se podrían hacer juntas y que, de ahí en más, se podría ir a la negociación de un acuerdo nuevo con el organismo, en el marco de la cual espera lograr nuevos desembolsos. «Los fondos los usaremos para recomponer las reservas y el balance del BCRA«, anticipó. Y es que, con el riesgo país bajo, los organismos financieros internacionales son siempre una opción para los gobiernos, porque son los últimos que pueden financiar cuando los privados no lo hacen».

El contexto internacional, otro elemento esencial

Por su parte, Jorge Compagnucci, director de contenidos en Target Market Global (TMG), apunta que «el riesgo país no mide la situación de Argentina en sí misma, sino frente al riesgo» y apunta que, si no se diluye la tendencia de aversión al riesgo (algo que podría comenzar a pasar tras la baja de tasas en EEUU), no puede hacer nada contra eso. Sobre la base de ese concepto, considera que «es muy difícil que baje el riesgo país por debajo de los 1.000 puntos» a menos que se de una tendencia de mayor apetito al riesgo.

Asimismo, Compagnucci señala que es esencial que, en el equipo económico haya especialistas de mercado. Considera que «EEUU está en el medio de una crisis financiera» y espera que, en el mes de noviembre haya mucha volatilidad e incluso un desarme muy agresivo de posiciones, lo que, según su mirada, «va a generar una enorme aversión al riesgo y Argentina lo va a sentir tanto en el tipo de cambio como en el riesgo país».

Según su visión, la Argentina puede enfrentar a «un shock externo como el que se encontró allá, por fines de 1989, con el derrumbe del mercado japonés con la crisis subprime». Y, en ese contexto, el analista ve complicado que pueda bajar más fuerte el riesgo país. Asimismo, Compagnucci advierte que «el Gobierno está resintiendo más el consumo y, mes a mes, se le complica la recaudación, lo que es preocupante».

Las razones por las que el riesgo país debe bajar

El gran problema, tal como plantea el Head of Research de Cohen Aliados Financieros, Juan José Vázquez, es que «el Gobierno necesita renovar los vencimientos de capital de la deuda y las reservas netas son negativas«. Menciona que el riesgo país había tocado los 1.150 puntos el 22 de abril en un contexto de fuerte compra de reservas por parte del BCRA y con una brecha cambiaria en niveles similares al Impuesto País, que en aquel momento era del 17,5%.

«Si bien hay que tener en cuenta que venimos de niveles de riesgo país de 2.054 puntos a fines de noviembre de 2023, hoy, está más alto del de abril de este año y las dudas de si se podrá bajar o no están ligadas, no al manejo de las cuentas publicas, sino más que nada a la situación de las reservas en esta coexistencia de cepo, tipo de cambio real que se ha apreciado fuerte en lo que va del año y mayor demanda de dólares por MULC de importadores en los próximos meses dado el nuevo esquema de pagos», apunta.

Una reducción mayor de ese índice que lo lleve por debajo de los 1.000 puntos sería clave para consolidar un rumbo financiero más saludable, porque implicaría mejores tasas de financiamiento para todos los actores, incluidas las empresas argentinas. Es clave para los emisores argentinos (tanto corporativas como el Estado soberano y los subsoberanos).

En definitiva, el riesgo país es un piso que eleva las tasas a las cuales se pueden financiar los inversores y todo parece indicar que, para que baje a un nivel más competitivo, el Gobierno necesita, en primer lugar, juntar dólares, pero también un contexto financiero internacional favorable, con mayor apetito de riesgo, que favorezca la suba de los bonos soberanos argentinos. Las señales que dé el Gobierno al mercado, serán muy importantes, pero más lo será, sin dudas, el éxito que logre alcanzar en una negociación con el FMI u otros organismos internacionales para conseguir fondos frescos.