Los últimos datos oficiales sobre el empleo formal privado sorprenden en Salta, sobre todo por el contexto de crisis económica que atraviesa el país. Se llegó al récord de 131.300 trabajadores registrados en el ámbito privado en febrero, según un informe publicado el viernes por la Secretaría de Trabajo de Nación. Son 6.200 puestos laborales más que en el mismo mes de 2023, lo que significó un crecimiento interanual de casi el 5%.

Los últimos datos oficiales sobre el empleo formal privado sorprenden en Salta, sobre todo por el contexto de crisis económica que atraviesa el país. Se llegó al récord de 131.300 trabajadores registrados en el ámbito privado en febrero, según un informe publicado el viernes por la Secretaría de Trabajo de Nación. Son 6.200 puestos laborales más que en el mismo mes de 2023, lo que significó un crecimiento interanual de casi el 5%.

Un número similar se había registrado en enero, cuando hubo 131.200 empleados privados formales en la provincia. Si bien al mes siguiente hubo un leve crecimiento (100 puestos más), lo que se está viendo en realidad es una desaceleración en la creación de trabajo. Esto se ve claramente al comparar los datos de diciembre de 2023 con enero de este año, cuando se sumaron 1.300 puestos más.

Aún así lo que pasó en Salta en los dos primeros meses de 2024 es una excepcionalidad. En la comparación interanual de febrero, sólo en ocho provincias se registró aumento del empleo mientras que en otras dieciséis se observó caída, marcaron desde la cartera laboral. Entre las que mostraron mejor desempeño relativo, se destacan Neuquén (con una suba de 5,2%), Salta (4,9%), Catamarca (2,6%), Mendoza (1,4%) y Ciudad Autónoma de Buenos Aires (1,2%). En tanto si la relación es intermensual (entre enero y febrero), apenas quedan tres distritos con saldo positivo en el empleo asalariado registrado privado: Mendoza (0,5%), Salta (0,5%)y Santa Cruz (0,4%).

Mientras, el panorama nacional, da cuenta que en 6 meses, entre octubre de 2023 a marzo 2024, hubo una pérdida de 94.000 empleos formales registrados privados. En el mismo período, el empleo público se redujo hasta febrero en 54.000 personas. En el informe de la Secretaría de Trabajo se razona que “como es habitual en la mayoría de las fases contractivas, la caída del empleo formal se explica centralmente por la decisión de las empresas de suspender las contrataciones de personal frente al declive de las ventas y la producción. En este sentido, las desvinculaciones de personal por despidos o por renuncias no son los factores más relevantes para determinar la caída del empleo formal”.

Minería

Se puede encontrar una explicación al fenómeno salteño por el crecimiento de la minería. No tan solo por los puestos de trabajo directo que genera la actividad sino también por los indirectos.

Ya El Tribuno dio a conocer hace un par de semanas que en el rubro de la construcción el empleo cayó en todo el país durante febrero, salvo en Salta. Ese mes creció el trabajo local en la actividad un 9% interanual, según el Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric). En tanto, a nivel general, en el país, la merma laboral fue del 14,6%, comparado con febrero de 2023.

La construcción fue una de las actividades que más se contrajo durante febrero con la salvedad de Salta, según se aclara en el reciente documento de la Secretaría de Trabajo.

En enero la construcción salteña fue también la única que presentó un incremento en la cantidad de mano de obra en relación a diciembre y estuvo entre los tres distritos con mejoras interanuales para ese mes (los otros fueron Neuquén y La Pampa). En el resto de Argentina enero fue un mes recesivo en este ámbito.

La particularidad de Salta se explica, como se dijo, por la minería. Al desaparecer las inversiones en obras con fondos estatales nacionales, la edificación de infraestructura para la extracción de minerales en la Puna, fundamentalmente litio, que prácticamente como la principal fuente de empleo para los albañiles. Debe sumarse, aunque en menor medida, los desarrollos urbanísticos privados en el oeste capitalino.

El lado B

La contracara de la burbuja que rodea a la actividad minera es el trabajo en negro y los magros salarios en general, que ubican a la provincia como una de las más pobres del país, en cuanto a los ingresos económicos de sus habitantes.

Una primera luz informativa sobre la grave situación del empleo informal en Salta la empezó a brindar el Centro de Investigaciones de Ciencias Económicas (Cises) de la Unsa. Un equipo de ese instituto universitario elabora un monitoreo sobre las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) de la provincia. El relevamiento se basa en datos oficiales de 2022 y advierte que para ese año el 67% de los trabajadores en Mipymes locales son informales. Significan alrededor de 113 mil salteños en esa condición de precariedad. Poco menos de la cantidad de trabajadores formales privados que se informó para febrero en estas latitudes.

f: El Tribuno