La vicepresidenta dispuso un pago extra a pesar de que el mandatario había rechazado dar subas.

En medio de la escalada inflacionaria que enfrenta la Argentina, los únicos ciudadanos que parecieran poder hacerle frente son los que integran la plantilla de trabajadores del sector público. En un claro accionar que contradice la postura de Alberto Fernández, Cristina Kirchner dispuso el pago de una suma fija de $30.000 para 4.000 empleados del Congreso de la Nación.

La decisión la estableció junto a Cecilia Moreau, la presidenta de la cámara de Diputados. Los $30.000 se abonarán junto al salario de noviembre y se sumará al acuerdo pactado en la paritaria, que fue de 69 por ciento en dos cuotas y con una cláusula de revisión prevista para el mes en curso.

La vicepresidenta había vuelto a la carga durante la semana pasada para que el mandatario estableciera por decreto un aumento. Desde su gira por París e Indonesia, Fernández rechazó la propuesta y defendió la dinámica actual de las paritarias.

“Las paritarias funcionan plenamente y lo que hay que dejar es funcionar las paritarias. Y las paritarias han tenido en cuenta toda esa realidad. Y la verdad es que interferir con una suma fija a los salarios más bajos también genera muchos problemas en muchos lugares porque los salarios más bajos están en los municipios y están en los pequeños comercios”, argumentó Fernández sobre su negativa.

En ese sentido, agregó: “El riesgo que se corre en ese caso es generar un problema fiscal en los municipios y generar un problema también en muchos pequeños comercios que no tengo ninguna duda lo resolverían haciendo que sus empleados salgan de la formalidad y pasarlos a la informalidad”.