viernes, octubre 18

Enojo en el campo por la decisión de Massa de importar alimentos: “Es vivir en el reino del revés”

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Distintas entidades del agro cuestionaron las nuevas medidas del ministro de Economía, en torno al ingreso de productos extranjeros para hacer que bajen los precios internos.

En medio de una escalada inflacionaria que no parece encontrar su techo, con un índice de precios que llegó al 8,4% en abril, y una nueva disparada del dólar “blue”, el Gobierno pretende utilizar el viejo recurso de abrir las importaciones para forzar el descenso en el valor de los alimentos.

Ante esta nueva medida anunciada por el ministro de Economía, Sergio Massa, distintas entidades del sector del agro mostraron su desacuerdo con este tipo de acciones.

De hecho, desde la Confederaciones Rurales Argentinas (CRA)  que preside Jorge Chemes, salieron a cuestionar la medida al sostener que “en un país que puede alimentar a muchos otros, y que lo hace en mucha menor medida por las equivocadas políticas agropecuarias, todas anti-exportadoras, aplicadas por este gobierno, plantear importar alimentos es, de alguna manera, vivir en el reino del revés”.

Asimismo, la entidad ruralista alertaró a través de un comunicado, que esta importación pondrá más contra la pared a ciertas producciones locales, ya en situación altamente comprometida por la coyuntura que atraviesan.

“¿Qué implicarían para determinadas producciones de alimentos nacionales, que van a vender aún menos, y así, agravar la crítica situación financiera de las empresas y golpear más la cadena de pagos?”, señalaron desde la CRA.

En ese sentido, agregaron que: “Los productores de frutas, verduras, carne, leche y otras producciones regionales, reciben un precio interno que no cubre costos, tienen serios problemas de rentabilidad, no pueden ser competitivos con este tipo de cambio, aunque paradójicamente, el consumidor no puede pagar el precio de estos alimentos, inflados de impuestos”.

Según destacaron sobre la nueva medida de Massa, desde el campo, “No deja de sorprender, dado que el problema inflacionario no se remite a un producto o rama productiva en particular, como los alimentos, sino que es un problema de raíz macroeconómica, responsabilidad únicamente de la política económica”.