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EVANGELIO DEL DÍA

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EVANGELIO DEL DÍA🌾

Sábado 8 de Junio de 2024

Lucas 2,41-51

Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén sin que lo supieran sus padres. Éstos, creyendo que estaba en la caravana, hicieron una jornada y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén en su busca. A los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas; todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.
Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre: «Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados.»
Él les contestó: «¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?»
Pero ellos no comprendieron lo que quería decir. Él bajó con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad. Su madre conservaba todo esto en su corazón.

Palabra del Señor
🌾 MEDITACION DEL EVANGELIO🌾

Lc 2, 41-51:

💖Corazón de María

1) Costumbre:

Siempre hay costumbres en la familia y también en lo religioso-familiar. Cuida ese legado, lo que te pusieron en el corazón tus padres, tíos y abuelos. Esa medallita de la familia, esa imagen del santo de la familia o la tradición que dejó esa abuela que tanto marcó o ese abuelo que tanto instruyó. En mi caso, tenemos una imagen de san Antonio, antiquísimo, que mis bisabuelos trajeron de Sicilia y hasta el día de hoy le seguimos rezando; como también tenemos la tradición de celebrar el santo de cada uno de la familia… Son cositas que ayudan a la fe y a la tradición familiar, ¿vos estás cuidando esa tradición de tu familia?

2) Encontrar:

Nunca creas que a Jesús lo tenés y ya, listo. Porque es un constante estar y sí podés tomar distancia de Él porque es una relación y, si te descuidas, puede que luego no lo encuentres. Aprende a buscarlo siempre y a estarte cerca de esa relación alimentando esa relación con Jesús.

3) Su corazón:

En el corazón inmaculado de María logramos ver esa actitud de respeto y amor ante su hijo. Porque en el amor verdadero uno a quien ama lo respeta y quien respeta comprende. Hasta incluso en ese amor que vemos en María, sabe que su actuar es muchas veces ser una espectadora de la vida de su hijo. Es comprender que en la implicancia del amor la ayuda y la muestra de amor se da en el ESTAR. Algo bueno está por venir.