miércoles, octubre 2

EVANGELIO DEL DÍA

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EVANGELIO DEL DÍA💫

Mateo 18,21-35:

En aquel tiempo, acercándose Pedro a Jesús le preguntó:
«Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete veces?».
Jesús le contesta:
«No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.
Por esto, se parece el reino de los cielos a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus criados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así. El criado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo:
“Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo”.
Se compadeció el señor de aquel criado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero al salir, el criado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba diciendo:
“Págame lo que me debes”.
El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba diciendo:
“Ten paciencia conmigo y te lo pagaré”.
Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía.
Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo:
“¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo rogaste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?”.
Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda.
Lo mismo hará con vosotros mi Padre celestial, si cada cual no perdona de corazón a su hermano».

Palabra del Señor
💫 MEDITACION DEL EVANGELIO💫

Mateo 18, 21-35.

💫El perdón es un proceso.

1) Se adelantó Pedro:

Es la actitud de preguntar y plantear para perdonar, pero también es necesario ver a quién le das autoridad vos para que te corrija. ¿A quién le das autoridad para que te corrija cuando ve de vos algo que está mal? Capaz que te es difícil, pero es necesario que des a alguien la autoridad para que pueda corregirte de tu propio error. Mira, el hierro no afila al hierro si no hay fricción. Hay personas que no dan licencia a nadie para que la corrija, ni siquiera Dios puede corregirlo o corregirla.  ¿A quién le das la licencia de que te pueda corregir? Busca una persona que te pueda corregir, que te ayude.

2) Las cuentas:

Siguiendo con el tema de arriba, la persona que te pueda corregir no necesariamente tiene que ser tu cónyuge, ni tu papá o mamá, porque a nuestros cercanos o nuestros familiares le sacamos crédito. La familiaridad produce menosprecio o subestimación. Por eso muchos jefes no se abren porque hay muchos que no saben ubicarse o ponerse límites. Basta que lo invite a una cena para que diga “el jefe es mi amigo” y mañana llega tarde o falta al trabajo. No todo el mundo que nos rodea nos puede aguijonear, orientar, corregir; pero sí necesitas un líder y un referente, una persona que te diga “te equivocas en esto”. Palabras dulces podrás encontrar en muchos, palabras que te ayuden a ser mejor persona encontrarás en pocos; pero da lugar a que te hablen.

3) Miserable:

Todos cometemos errores y el camino del perdón involucra que debo saber que yo también cometo errores, pero quien me perdona me da una oportunidad. Primero, de sanar lo que lastime y segundo, evitar en volver a hacerlo y aprender del error gracias a la instrucción de esa persona. Hay veces que nos olvidamos que perdonar es un proceso que no se logra de un día para el otro. Cuando yo perdono hay un antes y también hay un después en mi vida y en la de la otra persona. Pero es importante dejarme ayudar por alguien para ver si antes yo necesito ser perdonado. Algo bueno está por venir.