viernes, octubre 4

EVANGELIO DEL DÍA

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EVANGELIO DEL DÍA 💫

Mateo 9, 32-38:

Le presentaron a Jesús un mudo que estaba endemoniado. El demonio fue expulsado y el mudo comenzó a hablar. La multitud, admirada, comentaba: «Jamás se vio nada igual en Israel.»
Pero los fariseos decían: «El expulsa a los demonios por obra del Príncipe de los demonios.»
Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en las sinagogas, proclamando la Buena Noticia del Reino y curando todas las enfermedades y dolencias. Al ver a la multitud, tuvo compasión, porque estaban fatigados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor.
Entonces dijo a sus discípulos: «La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha.»

Palabra del Señor.
💫MEDITACIÓN DEL EVANGELIO 💫

Mt. 9, 32-38:

💫Poder hablar las cosas.

1) Mudo:

Cuando uno no habla lo que le pasa y se viene guardando muchas cosas, uno mismo se empieza a dividir y hasta incluso a vivir un infierno en su interior. Ese quedarte callado por miedo al qué dirán, o ese callarte porque no hay otra alternativa, o simplemente callarte porque no sabes qué pasa en tu vida y por tu vida. Todo eso lleva a que vivas un infierno y que no tengas paz en tu corazón. Cuando no expresas lo que te pasa y cuando no manifiestas lo que vives, el cuerpo lo termina asumiendo y hasta hay enfermedades que son resultado de tu silencio: como la diabetes, la presión o el insomnio. Hoy pedile a Dios la capacidad de hablar y sanarte en Él. Habla lo que tenés que hablar y decí lo que tengas que decir y a quien tengas que decir. “Es preferible un hablar saludable y respetuoso que un silencio enfermizo”.

2) Príncipe de los demonios:

Vemos a los fariseos que liquidan a Jesús, incluso cuando hace un bien. Encontramos en nuestro ámbito gente mala y difícil, que hasta incluso critica cuando uno obra bien. Ya los fariseos no critican a Jesús por quien era, sino por el modo en que sanaba. Cuántas veces en nuestra familia, en la empresa y hasta incluso en la Iglesia se critica al que obra bien. Por eso sé prudente y ten cuidado de tus cercanos, porque cuando todo te va bien te dan la mano, te aplauden, pero cuando hay un solo punto negativo en vos, ya te sueltan la mano. Sé prudente con tu vida y tu accionar, porque siempre le darán una vuelta para criticar.

3) Trabajadores:

En estos últimos tiempos se nos acentúa que todos los bautizados somos evangelizadores, y anunciar el evangelio es llevar en vos la buena noticia y es que Dios está siempre con vos. Seamos testigos de Jesús , anunciadores de vida y no profetas de calamidades, anunciadores de la verdad mostrando incluso nuestros límites y no viviendo en una mentira, mostrándonos como superhombres, misioneros de misericordia y no señaladores con el dedo de los que pecaron y cayeron. Algo bueno está por venir.