viernes, noviembre 8

EVANGELIO DEL DÍA

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EVANGELIO DEL DÍA🌾

Mateo (10,1-7):

En aquel tiempo, Jesús, llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y dolencia. Éstos son los nombres de los doce apóstoles: el primero, Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés; Santiago el Zebedeo, y su hermano Juan; Felipe y Bartolomé, Tomás y Mateo, el publicano; Santiago el Alfeo, y Tadeo; Simón el Celote, y Judas Iscariote, el que lo entregó.
A estos doce los envió Jesús con estas instrucciones: «No vayáis a tierra de gentiles, ni entréis en las ciudades de Samaria, sino id a las ovejas descarriadas de Israel. Id y proclamad que el reino de los cielos está cerca.»

Palabra del Señor
🌾 MEDITACION DEL EVANGELIO🌾
Mt. 10, 1-7: Dios elige.

1) Les dio autoridad: Vos en tu camino, bajo la presencia  de Dios, tenés autoridad. Pero entendé que autoridad no es mandonear, sino que autoridad significa fuerza de palabra, por el ejemplo que das. Es decir que lo que decís tiene un poder porque lo decís vos, que marcas con tu vida un ejemplo. ¡Chan! Aquí la cosa se pone bien difícil. Es por eso que Jesús nos da a los cristianos esa gracia de tener una palabra dada, que es parte de nuestro servicio a los demás. Vos, como hijo de Dios, tenés que luchar día a día por ser una buena persona y no complicarle la vida a nadie, dar lo mejor de vos cada día y luchar por vencer tus miserias. Eso ya es autoridad.

2) Sus nombres: En el evangelio se nos da el nombre de aquellos a los que Él eligió, porque Dios, cuando llama, llama de manera personal, única y distinta. Es por ello que los cristianos no somos un club de socios, somos creyentes convencidos. ¿Vos estás convencido que Dios te llamó para algo? ¿Para qué? La respuesta no la tengo yo, no la busques en este audio. La tenés vos, en tu interior.

3) Descarriadas: Jesús manda a que anuncien a los mismos de Israel, a los supuestamente religiosos. Jesús manda a re-evangelizar. Hoy vos y yo tenemos que llevar a Jesús a aquellos que hicieron ya la primera comunión, pero aún no lo conocen. Tenemos que ir a aquellos que hicieron la confirmación, pero no experimentaron el encuentro con Cristo. Debemos llegar a aquellos que recibieron el sacramento del matrimonio, pero estaban más preocupados por la fiesta, porque no tenían muy en claro qué era este sacramento. Debemos llevar a Jesús a aquellos que recibieron el sacramento del orden, pero la tibieza y la tristeza los ha tomado. Hoy vos y yo tenemos que tener a Jesús para dar a Jesús. Algo bueno está por venir.