Con más de 30 años en el país, esta empresa se prepara para el incremento de la demanda con los proyectos en distinta etapa de desarrollo de las industrias extractivas
Gigante industrial estadounidense apuesta al crecimiento de Vaca Muerta, el litio y el cobre argentinos
La industria minera y de los hidrocarburos movilizan, con cada proyecto, todo un ecosistema de empresas de servicios que se convierten en el termómetro del nivel actividad presente y futuro, lo que permite anticipar los saltos de demanda.
Y, en ese proceso de desarrollo de los planes de los grandes operadores, es que la empresa estadounidense Rockwell Automation avizora que el futuro de su negocio en la Argentina se orienta fuertemente a los dos sectores que atraviesan un proceso de crecimiento, con inversiones millonarias en el horizonte cercano.
Es que las previsiones de inversión para la industria del Oil & Gas hablan de necesidades de desembolsos de unos u$s 15.000 millones al añopara apuntalar el desarrollo masivo de Vaca Muerta, en tanto que en el sector minero las empresas advierten que hay proyectos en carpeta por u$s 25.000 millones a 2030.
Ese fuerte movimiento de capitales genera en las empresas de servicios una expectativa de mediano plazo que requiere trabajar para atender una demanda intensa en la medida que se destraben las condiciones macroeconómicas y normativas.
Proyecciones del negocio
Con sede en el estado de Milwaukee
y representaciones en todos los países del Cono Sur, Rockwell apuesta a
incrementar su participación en el mercado local de manera exponencial,
tanto en minería con una proyección al alza para los próximos dos
años de cuatro veces el volumen de negocio actual como en hidrocarburos
con un crecimiento esperado de hasta el 80 por ciento.
En la Argentina, la empresa cuenta con más de 100 empleados ubicados en Buenos Aires, Salta, Mendoza, Rosario, Córdoba, Neuquén y Comodoro Rivadavia, y a pesar de los vaivenes económicos logró en 2023 un crecimiento del 40% del negocio, apuntalado por minería y energía.
«Hoy, en cantidad de proyectos el movimiento lo vemos en litio de diferentes compañías instalándose, en cuanto volumen los vemos en cobre, porque son inversiones muy grandes» que pueden alcanzar los u$s 4000 millones o u$s 5000 millones por proyecto, indicó Luciano Marrazzo, director regional para Cono Sur de Rockwell Automation.
Las inversiones que llevan adelante ese conjunto de compañías son «difíciles de mensurar porque están en etapa preliminar y sus definiciones van a terminar impactando en el tamaño de los desembolsos».
El ejecutivo explicó que la empresa viene observando «la llegada de inversiones en minería, en particular litio y cobre», y para lo cual están «trabajando con muchas compañías, algunas ya instaladas, otras no, aunque en proceso de las distintas etapas de desarrollo».
«Ahí, la propuesta de Rockwell es muy rica. Minería, específicamente, tiene proyectos que están comenzando a trabajar desde el origen, con la ingeniería básica, algunas desarrolladas en el país otras desde el exterior en países como los Estados Unidos, Canadá, China o Australia», explicó.
Corazón y músculo minero
Se trata de sistemas para la etapa de potencia, es decir movimiento de motores y maquinarias con la provisión de salas eléctricas completas, y los sistemas de control, en ambos casos con procesos de desarrollo de software, ingeniería, armado y montajes de tableros, y el programa de puesta en servicio y mantenimiento.
Todos estos procesos que se ofrecen con la opción greenfield y llave en mano, acompañarán a la minería argentina en «avanzar 30 o 40 años en tecnología, lo que va a demandar a la empresa la preparación de los recursos humanos, algo prioritario porque en un plazo de tres a cinco años el país va a tener una cantidad importante de proyectos en sus primeras etapas de instalación o avanzadas hacia producción».
Los recursos humanos serán también un eje clave para la etapa de mantenimiento, lo que es una preocupación adicional que estará vinculada a la capacidad de manifactura que alcance la industria, por lo que es necesario el apoyo en los socios estratégicos para afrontar la demanda.,
«Ya estamos invirtiendo para fortalecernos trayendo con nuestros equipos de Chile y Perú el know how y entrenamiento del equipo local. Estamos planeando incorporar gente en la medida que se vayan ejecutando los planes de las empresas, pero debemos prepararnos», afirmó Marrazzo.
Esa demanda de recursos humanos abarcará ingenieros de aplicación, de servicios, de expertos en tecnologías y más adelante gente relacionada con capacidades digitales, en un proceso de digitalización de las operaciones que es necesario acompañar desde las empresas de servicios.