La renuncia del presidente deja a la institución en una situación delicada, a la espera de decisiones estratégicas

Juventud Antoniana enfrenta una nueva etapa de incertidumbre tras la renuncia de su presidente, Gustavo Klix, quien ha decidido dar un paso al costado en las últimas horas.

Aunque la salida del mandatario aún no ha sido oficializada, se ha confirmado que el vicepresidente Sergio Ten asumirá temporalmente el cargo. Klix argumentó que se siente «sin energía» para continuar liderando la institución ubicada en Lerma y San Luis.

La renuncia de Klix se produce menos de 48 horas después del ascenso de su clásico rival, Central Norte, a la Primera Nacional. Este hecho ha intensificado el descontento entre los hinchas del Santo, quienes han comenzado a exigir cambios significativos en el plantel para la próxima temporada en el Federal A.

La presión sobre la dirigencia de Juventud Antoniana se ha incrementado, especialmente con el buen desempeño de Gimnasia y Tiro en la segunda división del fútbol argentino.

El ambiente en Juventud Antoniana se ha vuelto tenso, con los hinchas clamando por una renovación que permita al equipo competir al más alto nivel. Klix, quien ha sido una figura clave en la institución, se va en un momento crítico, dejando la gestión en manos de Ten, quien deberá enfrentar los desafíos inmediatos y responder a las demandas de los seguidores.

La situación plantea un futuro incierto para el club, que deberá trabajar rápidamente para calmar a una hinchada ansiosa por ver mejoras y un equipo competitivo en la próxima temporada. Mientras tanto, el legado de Klix quedará marcado por este turbulento periodo en la historia de Juventud Antoniana.