miércoles, septiembre 18

Juegos Olímpicos: indignación por la participación de un atleta condenado por violación a una niña

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El atleta es neerlandés. No podrá comparecer ante la prensa ni acercarse a la Villa Olímpica de París.

El mundo se encuentra indignado porque a horas de un nuevo Juego Olímpico se conoció que participará un deportista condenado por violación. Se trata de Steven van de Velde, quien abusó sexualmente de una niña de 12 años. 

Van de Velde es un voleibolista neerlandés de 29 años. Representará a su país en París 2024 pero no podrá comparecer ante la prensa y tendrá prohibido acercarse a la Villa Olímpica de la capital francesa.

¿Por qué puede participar? El Comité Olímpico Internacional (COI) declaró que la designación de los miembros de cada equipo es “responsabilidad exclusiva de cada Comité Olímpico Nacional”. Y eso le bastó al Comité Olímpico Neerlandés (NOC) para sumarlo a la delegación: “Van de Velde buscó y recibió asesoramiento profesional. Demostró a los que le rodeaban autocrítica y reflexión”.

Van de Velde viene compitiendo en torneos internacionales desde 2018 “siguiendo una trayectoria intensiva y supervisada profesionalmente”, según asegura el NOC.

La jefa de la delegación australiana se quejó públicamente de la organización y de ambos comités: “Si un atleta o un miembro del personal tuviera esa condena no se le permitiría ser miembro de nuestro equipo”.

En declaraciones pasadas, el deportista admitió su error: “No puedo dar marcha atrás, así que tendré que asumir las consecuencias. Ha sido el mayor error de mi vida”. Y también se defendió: “Se me ha tachado de monstruo sexual, de pedófilo. Y no lo soy, de verdad que no”.

La competencia de Voleyball de playa para Países Bajos comenzará el 2 de agosto.

La condena a Van de Velde

En el 2014, cuando tenía 19 años, Steven van de Velde sacó un pasaje ida y vuelta de Ámsterdam a Londres. Viajó para verse con su víctima de apenas 12 años, con quien chateaba por Facebook y estaba consciente de su edad.

En la casa de la niña en Milton Keynes, al noroeste de la capital del Reino Unido, mantuvo relaciones sexuales aprovechando que la madre no se encontraba. La familia se enteró después porque la niña fue a un hospital en busca de una pastilla anticonceptiva.

Dos años después, el Reino Unido extraditó a Van de Velde, fue declarado culpable y recibió una sentencia de cuatro años. Se le permitió cumplir la condena en su país y en 12 meses fue liberado.