La pelea de Massa y Máximo Kirchner por el control de la Legislatura en medio del escándalo “Chocolate” Rigau

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Cada uno buscó imponer al sucesor de Federico Otermín. La definición en la que Axel Kicillof quiere mostrarse prescindente y prioriza el armado del Gabinete bonaerense. Insaurralde movió fichas en las sombras.

“No tiene candidato. No es una disputa en la que Axel esté, ni quiera involucrarse”. El gobernador Axel Kicillof busca mostrarse prescindente de una definición clave que juega a la mancha venenosa: la presidencia de la Cámara de Diputados bonaerense, enchastrada por el escándalo de “Chocolate” Rigau. Una caja suculenta de $62.100 millones. Entre los escombros que dejó la derrota del peronismo en el balotaje, Sergio Massa y Máximo Kirchner encabezaron en persona las negociaciones en el Palacio de la calle 7 entre 51 y 53 de La Plata.

Según pudo saber TN, al final resolvieron que en 2024 será para La Cámpora y que en 2025 para el massismo. Alejandro Dichiara y Alexis Guerrera, respectivamente,presidirán la Cámara de Diputadas bonaerense. La alternancia en el cargo fue la salida que encontraron a una negociación enfrascadísima.

“Hasta ayer esa era la intención”, decían cerca de Massa por las chances desvanecidas del hasta hoy vicepresidente Ruben “El Turco” Eslaiman, a quien el concejal Facundo Albini, detenido por el Chocolategate, apuntó como uno de los cerebros detrás de los ñoquis de la Legislatura bonaerense. “Yo no estoy”, respondía este mediodía, desentendido el dirigente de San Martín por las negociaciones de último momento para nombrar al sucesor de Federico Otermín, que asumirá como intendente de Lomas de Zamora. La sesión para designar las autoridades fue convocada para hoy.

Martín Insaurralde,quien aún mantiene espacios de poder en el gabinete y en la Legislatura, movió fichas en las sombras. “Con Dichiara gana Máximo. No sabés cómo lo festejaban los de La Cámpora cuando recibió el diploma como diputado. Lo aplaudían como a un tío bueno”, comentaba a primera hora un conocedor de la interna peronista mientras las negociaciones seguían trabadas.

Rubén Eslaiman, hombre de confianza de Sergio Massa, en la mira de la Justicia por la causa "Chocolate". (Foto: Twitter @RubenEslaiman)
Rubén Eslaiman, hombre de confianza de Sergio Massa, en la mira de la Justicia por la causa «Chocolate». (Foto: Twitter @RubenEslaiman)

Guerrera, ex ministro de Transporte de la Nación, responde a Massa y era ofrecido como un plan B a Eslaiman, a tiro de la justicia por el caso “Chocolate”.

Los intendentes viudos de Insaurralde impulsaban a Mariano Cascallares, intendente de Almirante Brown (de licencia), con el aval del hombre fuerte de Lomas de Zamora que sigue ahogado en el silencio desde el escándalo del yate en Marbella.

“Creo que será entre esos dos nombres, Dichiara y Guerrera,y no entre Eslaiman y Cascallares como se preveía”, señalaba a TN un operador desde la Legislatura bonaerense, donde La Libertad Avanza quedó partida en cinco bloques y la UCR iba camino a la fractura con la pelea de fondo entre Facundo Manes, que impulsa a Claudio Frangul, y Maximiliano Abad, a Diego Garciarena. Para la presidencia del bloque peronista suena el camporista Facundo Tignanelli.

Máximo Kirchner busca hacer base en la Legislatura: sabe que tiene los días contados en la presidencia de PJ bonaerense -varios intendentes promueven a Kicillof- y sus alfiles en el gabinete provincial. Es inminente el anuncio de Kicillof a través de un comunicado. “Equipo que gana, no se toca”, dice para cerrarle la puerta al hijo de Cristina Kirchner.