domingo, septiembre 22

Los efectos para tus rodillas de caminar de forma incorrecta

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Cómo evitar dolores en las articulaciones
  • Caminar de forma incorrecta, no repartiendo la carga por igual, puede generar un deterioro en el cartílago central. Eso justifica que se vean personas de 40 o 50 años con un desgaste de rodilla (y dolor) importante por una mala técnica de la marcha o por correr en exceso.

    Si tenés dolores de rodilla lo ideal es que sea un especialista quien analice tu marcha para saber si tu forma de andar las está desgastando. Pero hay pistas que pueden hacerte sospechar. Si arrastras los pies al desplazarte, tu cuerpo se balancea hacia un lado al caminar, andas con el cuerpo extremadamente rígido o tus rodillas chocan al caminar deberías consultarlo.

    El objetivo es corregir los vicios al caminar que reparten mal el peso de tu cuerpo y desgastan el cartílago antes de tiempo.

    – Cómo colocás tu barbilla. No debe estar ni metida en el pecho ni echada hacia atrás mirando al frente.

    – Desplazá los hombros ligeramente hacia atrás. El objetivo es no bajarlos en exceso para no arquear la columna.

    – Adelantá una pierna tocando el suelo, en primer lugar, con el talón, luego con el mediopié y finalmente con el metatarso (la punta del pie) para impulsarte y volver a elevar la pierna.

    – Flexionar mal la rodilla. Caminar mal o llevar zapato de taco fino obliga a la rótula y a la tibia a rotar de manera diferente a como lo haría fisiológica y naturalmente.

    Con cada flexión y extensión de la pierna al caminar, los nutrientes presentes en el líquido sinovial (que baña las articulaciones) entra en el interior de las células del cartílago (las condritas), alimentándolas y consiguiendo que se mantengan en buen estado.

    – Caminando reducís la rigidez. Cuando hay daño articular (sobre todo en el cartílago), suele existir también rigidez, sobre todo al despertar. Si caminás a diario, es posible que disminuya. Si duele, empezáa poco a poco y aumentá el ritmo.

    – Ejercicio con pesas pequeñas. Levantar mancuernas de poco peso (no más de dos kilos) ayuda a dar mayor estabilidad a la zona lumbar, el coxis y también a las rodillas. Flexioná ligeramente estas cuando lo realices para no forzarlas en ningún momento.

    Fuente: Saber vivir