Los secretos del plan Argentina contra el hambre: cuándo se implementará, quiénes la recibirán y qué monto tendrá
- 2019-12-01
Daniel Arroyo, diputado nacional, explicó cómo funcionará el plan de emergencia alimentaria.
Daniel Arroyo, diputado y
exviceministro de Desarrollo Social en la primera etapa kirchnerista
explicó los avances parciales y desafíos de «la primera política de
Estado del siglo XXI» en una entrevista para Tiempo Argentino.
Arroyo
habló sobre los indicadores oficiales que confirman un agravamiento de
la situación social durante el gobierno de Cambiemos: «El gobierno de
Macri termina con más pobreza, desocupación y desigualdad. No hay una
crisis acotada a una zona del país, a un sector o una industria; hay una
catástrofe social. Se quebró toda la estructura social: los más pobres
tienen problemas de hambre; los que hacen changas están trabados porque
no hay movimiento económico; hay 300 mil personas que se quedaron sin
trabajo formal; al que tiene trabajo las paritarias le quedaron por
debajo de la inflación».
Explica que los indicadores son varios:
«Uno es el aumento permanente durante cuatro años del precio de los
alimentos. Eso agravó los problemas del hambre y la malnutrición. El
segundo problema crucial es el endeudamiento de las familias que hoy no
están en cero, están en menos diez. En los estratos más pobres bajó el
consumo de leche: la gente se endeudó y dejó de comprar alimentos; algo
que es vergonzoso. Además, estamos yendo a una generación de chicos
petisos y obesos porque están basando su dieta en fideos, harinas y
arroz. Vamos a terminar con un 40% de pobreza hacia fin de año y casi un
30% de desocupación entre los jóvenes en el Conurbano. Antes de las
PASO la situación estaba complicada, pero con la última devaluación en
apenas 60 días la gente en los comedores aumentó en un 20 por ciento».
El
agravamiento post PASO de la crisis económico-social enfocó las
prioridades del FdT en la anticipada metamorfosis de alianza política en
campaña a futuro equipo de gobierno. La atención a las demandas
urgentes de los sectores vulnerables apareció como prioridad en ese
proceso de gestación.
A principios de septiembre, Fernández
regresó de una gira por España con la decisión de poner al flagelo del
hambre como el principal desafío de la nueva etapa política que había
comenzado a bosquejar el resultado de las Primarias. Su agenda en la
península ibérica había incluido un encuentro con el escritor y
periodista Martín Caparrós, que sirvió de inspiración final. «Estando en
Madrid me pidió una audiencia y vino con un librito de él que se llama
El hambre. Me hizo una pregunta y gracias a Dios que me la hizo: ¿por
qué la Argentina, con todo el potencial de producción de alimentos que
tiene, no se pone de pie para terminar con el hambre», reconstruyó
tiempo después.
El hoy presidente electo le encomendó a Arroyo
pulir en formato de una política de Estado el paquete de iniciativas en
las que venían trabajando desde que, a principios de 2018, el diputado
por Red Argentina decidió tomar distancia del espacio liderado por
Sergio Massa para acercarse al proyecto de unidad del peronismo que
comenzaba a militar Fernández.
Politólogo, conocedor de la
geografía bonaerense –también ocupó la cartera de Desarrollo Social
durante la gestión de Daniel Scioli–, el legislador comenzó a potenciar
los lineamientos que ya había sintetizado en la redacción de la
plataforma del frente PJ-kirchnerista. El triunfo de octubre aceleró los
tiempos: reuniones de trabajo con los diferentes sectores involucrados,
articulación con los futuros equipos técnicos y armado del Consejo
Consultivo que debutó el 15 de noviembre pasado. Y explicó cuáles serían
las medidas y anuncios que se anunciarían el 10 y el 11 de diciembre:
«En la primera etapa, del 10 de diciembre hasta fin de año, vamos a
hacer un acompañamiento fuerte de asistencia alimentaria en merenderos y
comedores. Los argentinos tuvieron un año muy negativo y malo en
términos de ingresos; las familias llegan exhaustas y cansadas a fin de
año.»
En cuanto a la tarjeta alimentaria confirmó que «comienza a
funcionar en febrero. Hoy, en la Argentina hay ocho millones de
personas que reciben asistencia alimentaria de distinto tipo a través
del Estado, organizaciones sociales o iglesias. El 20% son madres de
chicos menores de seis años. A partir de febrero ese sector contará con
la tarjeta de alimentos que sólo permitirá comprar alimentos sin extraer
dinero del cajero» con un monto que se anunciará a partir del 10 de
diciembre. «La tarjeta organiza y complementa la compra de la canasta
básica de alimentos. La tecnología nos juega a favor para el seguimiento
y control nutricional. Cuando la familia usa la tarjeta, la compra se
codifica: sabemos qué productos compra y los nutricionistas tienen la
información para aconsejar de qué manera mejorar una dieta», detalló al
respecto.
Además, aseguró que las familias que tengan la
tarjeta serán supervisadas por el Estado: «Tenemos en la cabeza el
modelo Bolsa de Familia aplicado en Brasil. El Estado va a las casas, a
los hogares, en términos de apoyo nutricional y de salud porque tenemos
un problema de hambre y también de malnutrición».
«El actual
gobierno hizo una devolución universal en el medio de una devaluación
del 30% y no sabemos en qué parte de la cadena o producto quedó.
Nosotros pensamos en un proceso automático de devolución del IVA a las
personas que tienen la tarjeta de alimentos, no es universal», dijo
Arroyo que agregó que el programa se financiará «con reasignaciones
presupuestarias. Los planes del programa no tienen un costo fiscal
adicional. Este año se destinaron al área 27 mil millones de pesos y el
Presupuesto de 2020 está previsto en 40 mil millones en cumplimiento de
la Ley de Emergencia Alimentaria».
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