La visita del jefe de Estado argentino al vecino país genera tensión con el líder brasileño, quien sigue de cerca sus pasos antes de la cumbre del Mercosur.

La relación entre Argentina y Brasil enfrenta un nuevo desafío con la visita no oficial del presidente Javier Milei al balneario de Camboriú, en el estado de Santa Catarina.

El presidente argentino viaja a Brasil para asistir a la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), un evento que se llevará a cabo durante el fin de semana.

El conflicto entre Milei y Lula se intensificó después de que el presidente argentino acusara a su homólogo brasileño de ser corrupto y comunista, declaraciones que Lula calificó de “tonterías”. A pesar de los intentos de Lula por restablecer el diálogo, incluido un pedido de disculpas, Milei ha mantenido su postura.

Esta visita provocó cambios en la agenda oficial de Lula, quien canceló una visita a la ciudad de Itajaí, cercana a Camboriú, prevista para el mismo sábado. Este movimiento es interpretado como una respuesta directa a la presencia de Milei en un bastión del “bolsonarismo”.

El analista político brasileño Marco Teixeira, de la Fundación Getulio Vargas, destacó en diálogo con TN que “una relación tumultuosa no beneficia a ninguno de los dos países”. Teixeira subrayó la necesidad de que la diplomacia actúe rápidamente para evitar un mayor deterioro de las relaciones bilaterales.

El vocero presidencial, Manuel Adorni, confirmó que Milei tiene en agenda reuniones con el gobernador de Santa Catarina, Jorginho Melo, y empresarios locales. Sin embargo, descartó un encuentro con Lula, aclarando que “Milei no se va a reunir con Lula porque va a tener como prioridad otras reuniones”.

La ausencia en la cumbre del Mercosur

La decisión de Milei de no asistir a la cumbre del Mercosur en Asunción ha generado malestar en Brasilia. Fuentes del gobierno brasileño especulan que la ausencia se debe a un deseo de evitar un encuentro con Lula tras los recientes intercambios de descalificaciones. “Políticamente, es lamentable que no esté presente, pero es una decisión soberana”, dijo Gisela Padovan, secretaria para América Latina y el Caribe de la cancillería brasileña.