En 2008, durante el gobierno de Cristina Fernández, la familia Rocca anunciaba que, debido a las condiciones de mercado afectado por la emergencia de una crisis global, suspendería la construcción de un nuevo alto horno de fundición de palanquilla y un tren laminado contínuo. La ampliación se continuaría cuando se recuperara la demanda, loca e internacional, y para ese entonces ya había ordenado la cesantía de 2400 trabajadores de firmas subcontratistas.
Doce años después, en el marco de una pandemia, Rocca sería la cara visible de los empresarios con peor imagen de la Argentina, luego del despido de 1450 trabajadores de Techint. Hace poco más de un mes, Horse dio a conocer un ranking de imagen de empresarios en base a la cobertura que recibieron en más de 100 medios argentinos durante la etapa del aislamiento preventivo social y obligatorio. Se midió, por un lado, la exposición, y por otro, el sentimiento o aprobación que cada uno de los 24 empresarios cosechó en la opinión pública, lo que lo condujo al último lugar.
Las disputas con Alberto Fernández comenzaron a partir de la categorización que había realizado el presidente a los empresarios que recortaran personal en tiempos de crisis: “miserables”, llegó a llamarlos. Incluso, el decreto “antidespidos” agravó los cortocircuitos entre el ejecutivo y los políticos.
El panorama sigue generando polémica, aún con un decreto en vigencia: el grupo Techint inició el pasado domingo un “apagón” en su planta de tubos sin costura en Campana, por lo que permanecerá cerrada hasta el 8 de junio para luego retomar la actividad en forma reducida durante los próximos meses ante la caída de la actividad.
El paro total de actividades afectará al grueso de su plantilla de 3.000 operarios, exceptuando al personal del servicio ininterrumpible dedicado al funcionamiento de los hornos, según la notificación recibida por la plantilla en actividad.
Si bien Tenaris Siderca ya vivió otros apagones, esta sería la primera vez que adopta una medida de esa magnitud desde su fundación en los años 50. Los directivos alegan una caída en sus niveles de producción de tubos para la industria petrolera debido a la menor actividad en el yacimiento de Vaca Muerta, afectada por la caída del barril de crudo y la crisis mundial provocada por la pandemia. Así, proyectan 20.000 toneladas para este año, muy por debajo de su capacidad de hasta 90.000.
Sin embargo, desde el gobierno sospechan un plan de recorte de empleo y proveedores, un escenario muy próximo a lo que se puede considerar un “apriete”. El contexto actual sería el argumento del grupo empresarial para avanzar en su plan que tiene por objetivo discontinuar hasta 800 contratos en proveedoras tercerizadas, en un escenario donde la cúpula de empresarios reclama un tipo de cambio más elevado, beneficios para sostener sus inversiones y un rápido acuerdo por la deuda.
A pesar de la decisiones tomadas durante los gobiernos kirchneristas, el empresario no distingue partidos políticos. En noviembre del 2019, un mes antes de que Mauricio Macri dejara la presidencia, Techint suspendió las obras del reactor nuclear Carem 25 en Zárate y, por consiguiente, a 500 trabajadores durante tres semanas. Desde la multinacional argentina culparon al gobierno por millonarios atrasos en los desembolsos acordados. Los trabajadores habían recibido la noticia de las suspensiones a última hora, medida que los afectó durante tres semanas.
Techint reclamaba pagos atrasados y una readecuación de precios a la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), el ente que contrató a la empresa para las obras que se iniciaron durante el gobierno anterior y por diversos conflictos sucedidos en el mandato de Cambiemos, su finalización pasó de estar prevista para 2020 a estirar los plazos hasta 2022.
En 2018, frente a la causa de “los cuadernos de las coimas” en la que había sido señalado, el empresario le había comentado a su entorno que si “lo hacían sentir muy incómodo -durante la declaraciones que debía brindar ante el ex juex Claudio Bonadío- bajaba la palanca de Vaca Muerta y se iba a otro lado”. La mitad del crecimiento de la producción de gas proviene de un único yacimiento en Vaca Muerta, propiedad de Tecpetrol, esto es, Techint.
El futuro de la economía en nuestro país pareciera encontrarse bajo el control de Paolo Rocca, un empresario con aires de impunidad que lo conducen a creer tener la única llave del progreso. De ser así, sus decisiones no le estarían permitiendo utilizarla.
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