Este jueves, el Indec dará a conocer el valor de las canastas que miden el umbral de la pobreza y la indigencia. Especialistas apuntan a un recorte abrupto del gasto y dicen que no hay margen para el gradualismo.
Lainflación de julio fue la más alta en 20 años y los alimentos se consolidaron como el rubro de mayor incidencia en todas las regiones del país. Los sectores de menores recursos destinan casi la totalidad de sus ingresos a cubrir ese gasto, por eso, el valor de las canastas básicas que dará a conocer este jueves el Indec es un dato clave para dimensionar el impacto social de la suba de los precios.
Cuanto más aumentan de precio los alimentos, mayores son los recursos que se deben destinar a cubrir las canastas necesarias para no caer bajo la línea de la pobreza o la indigencia.En este contexto, economistas advierten que las medidas graduales ya no son efectivas y alertan sobre la necesidad de llevar adelante un fuerte ajuste del gasto público para equilibrar las variables macroeconómicas.
Canasta básica en alza
La canasta básica total (CBT), por la que el Indec mide el umbral de la pobreza, aumentó en junio 4,6%, por lo que, para no ser considerada pobre, una familia de cuatro integrantes (dos adultos y dos menores) necesitó $104.217.
En tanto, la canasta básica alimentaria (CBA), que establece la línea de la indigencia, marcó que esa misma familia requirió de $46.525 para cubrir sus necesidades básicas para subsistir, lo cual superó el valor del Salario Mínimo, Vital y Móvil, ubicado en $45.540 ese mes.
Según el relevamiento semanal de la consultora LCG, que mide 8000 alimentos en cinco cadenas comerciales, hubo una remarcación de 0,74% durante la semana que pasó, bastante por debajo delcomienzo de agosto, cuando el promedio llegó a 2,1%. Sin embargo, los precios de esos productos indispensables acumulan un aumento promedio de 2,9% en lo que va de agosto, mientras que llevan una suba del 6,8% en las últimas cuatro semanas.
Este jueves se conocerán los valores de ambas canastas correspondientes a julio, en las que se revelará la fuerte incidencia de la incesante suba inflacionaria.
Ajuste prioritario
Si bien en el kirchnerismo prefieren no hablar en términos de “ajuste”, saben que es necesario estabilizar las variables macroeconómicas y el frente fiscal es clave.
“El Gobierno deberá llevar adelante un considerable esfuerzo fiscal en los próximos meses si pretende dar una señal contundente en el corto plazo para anclar las expectativas, una decisión que difícilmente esté libre de costos”, señaló la consultora Ecolatinaen su último informe.
En ese camino, precisó que “el desafío pasará por armar el complejo rompecabezas del gasto público de cara a la segunda parte del año”.
Víctor Beker, director del Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano, coincidió en que “difícilmente el gradualismo sea una opción” y que por eso “se impone un tratamiento de shock si se quiere evitar recaer en la hiperinflación”.
“El mayor desafío que enfrenta la flamante conducción económica es poner en marcha un plan coordinado y consistente de medidas fiscales, monetarias, cambiarias y de ingresos que asegure una drástica baja de la inflación. La clave reside en tomar este grupo de medidas conjuntamente. Cualquier medida parcial no dará resultado”, consideró.
Salarios rezagados
En este contexto de fuerte aceleración de precios, fundamentalmente de los productos de mayor consumo, el Gobierno convocó al Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil, para acordar una nueva actualización. En las negociaciones de marzo, se había establecido un alza del salario mínimo del 18% en abril; 10% en junio; 10% en agosto y 7% en diciembre, cuando el piso de ingresos quedaría en $47.850 y se había establecido una revisión en agosto.
Sin embargo, con la escalada inflacionaria, el aumento de agosto se adelantó a junio y el de diciembre a agosto, y se mantuvo la revisión en el mismo mes.
Dentro de las definiciones que dio a conocer el ministro de Economía, Sergio Massa, postergó una semana la convocatoria y anticipó que también el Gobierno llamará a gremios y sindicatos a participar de una mesa tripartita con el objetivo de alcanzar un acuerdo de precios y salarios. Por ahora, no se fijó la fecha.