domingo, septiembre 22

Por qué el Gobierno no se apura a levantar el cepo cambiario

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Fuentes oficiales reconocen que podría prolongarse por el resto del año, si no se dan las condiciones para levantarlo, «ya que no estamos dispuestos a arriesgar lo logrado hasta ahora”, con referencia a la baja de la inflación y el rebote de la actividad.

“Sé que a ustedes los desvela el cepo y a nosotros también, pero no se trata de salir a las apuradas o mal. Acá lo que hay que entender es que estamos terminando con el impuesto más distorsivo de todos que es el impuesto inflacionario”, aseveró el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo en la tarde del miércoles en ocasión del 170 aniversario de la Bolsa de Cereales

Por la mañana, el presidente Javier Milei dejó en claro que no tiene ningún apuro por levantar el cepo, según se desprende del discurso que pronunció en el Council of the Americas.

El tema viene siendo motivo de análisis permanente, tanto por parte del primer mandatario como de las conducciones del Ministerio de Economía y del Banco Central. De estos análisis resulta que sería “riesgoso” eliminar ahora las restricciones, según pudo saber Ámbito. El Presidente aseguró que “es falso que no se puede crecer con cepo”.

En el mismo día del discurso del jefe de Estado, por la tarde en el 170 aniversario de la Bolsa de Cereales, el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, también se refirió al cepo. “Sé que a ustedes los desvela el cepo y a nosotros también, pero no se trata de salir a las apuradas o mal. Acá lo que hay que entender es que estamos terminando con el impuesto más distorsivo de todos que es el impuesto inflacionario”, aseveró.

Fuentes oficiales reconocen que podría prolongarse por el resto del año, si no se dan las condiciones para levantarlo, «ya que no estamos dispuestos a arriesgar lo logrado hasta ahora”, con referencia a la baja de la inflación y el rebote de la actividad.

De acuerdo con distintos escenarios que traza el Gobierno, serían necesarios entre u$s10.000 millones, como mínimo, y u$s15.000 millones adicionales en las reservas del BCRA para poder transitar hacia una liberación sin sobresaltos (hoy las reservas brutas rondan los u$s27.500 millones).

Sin embargo, el Gobierno no tiene como objetivo acelerar la acumulación de reservas, porque no quiere poner en riesgo la baja de la inflación, la recuperación de la actividad y el empleo, “por más que lo solicite el Fondo Monetario Internacional”, según afirman en los despachos del gobierno.

Además, buena parte de los depósitos en pesos en el sistema financiero corresponden a empresas que tienen pagos pendientes con el exterior (utilidades, regalías, importaciones), según señalan especialistas. Si no hubiera controles, corre el riesgo que rápidamente estos recursos se vuelquen a la compra de dólares para saldar estos compromisos generando tensiones en el mercado de cambios.

Restricciones

En su exposición de hoy, el Presidente dedicó varios párrafos a las restricciones cambiarias. Dijo que “nadie tiene tantas ganas como yo de salir del cepo”. Pero también afirmó que “quitar los parches sin antes solucionar los problemas de fondo sería agravar la crisis que heredamos”. Y advirtió: ”no nos importan las presiones, vengan de donde vengan”.

Milei dejó en claro que a medida que se vaya saneando el balance del Banco Central se irán quitando las restricciones cambiarias. No mencionó fechas y dijo que se sacará el cepo “cuando hayamos cortado definitivamente con la emisión monetaria” y cuando se haya eliminado “todo el sobrante de dinero”.

Más aún, afirmó que “Es falso que no se puede crecer con cepo, es una falacia. Hay recuperación de las jubilaciones y del salario real, eso va a hacer expandir la demanda y es parte del rebote”. En su exposición de hoy el presidente dedicó varios párrafos a las restricciones cambiarias. Dijo que “nadie tiene tantas ganas como yo de salir del cepo”.

Precisamente este miércoles el INDEC dio a conocer la evolución de los salarios en junio que muestra un avance en términos reales, ya que crecieron 6,2%, contra una inflación que fue del 4,6% en el mismo período, hilvanando de esta forma tres meses consecutivos de recuperación.

Tras señalar que la convergencia entre los tipos de cambio paralelos y el oficial se está dando desde arriba hacia abajo (y no como históricamente, fue en Argentina, desde abajo hacia arriba) fue enfático al afirmar que “no estamos dispuestos a devaluar para arruinar a los argentinos, vamos a trabajar en cambiarle los niveles de productividad para que no se tengan que empobrecer los argentinos por culpa de los desaguisados de los economistas de mala calidad y por gobiernos de pésima y peor calaña».

Para el Presidente la prioridad pasa por mantener a rajatabla el déficit cero, política que se verá reflejada en el próximo proyecto de presupuesto, como adelantó Ámbito.

El ministro de Economía, en tanto, admitió que “Nunca hemos tenido un presidente con la convicción de que el orden macro es la respuesta a los males que venimos sufriendo desde hace más de 100 años. Tenemos un Presidente con la convicción total de no moverse ni un ápice de nuestra regla fiscal”.

En este sentido, la política oficial contempla que, si por alguna razón los ingresos resultaran subestimados y en la práctica los recursos del Estado fueran superiores a los previstos, estos excedentes se destinarán a bajar impuestos y no a aumentar el gasto, como se hizo históricamente.