lunes, octubre 7

Por qué pagar el mínimo de la tarjeta ahora es negocio

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Nota extraída de El Cronista por Mariano Gorodisch

La tasa de financiación que cobran los bancos a quienes pagan el mínimo está regulada por el Central, en cambio la de los préstamos no lo está

Con la suba de tasas que implementó el Banco Central, subió de 49 al 51% la tasa nominal anual del revolving.

Así se denomina en la jerga a la financiación del saldo de la tarjeta de crédito, que se encarece a partir de la suba de 200 puntos básicos de la tasa de política monetaria.

Es negocio

De todos modos, sigue siendo negocio pagar el mínimo, ya que la inflación proyectada por el relevamiento de expectativas de mercado (REM) que hace el Banco Central entre los principales bancos y consultoras económicas de la City porteña da un pronóstico del 55% de suba de precios para este 2022.

Con la suba de tasas que implementó el Banco Central, subió de 49 al 51% la tasa nominal anual del revolving.

Por lo tanto, financiarse por debajo del índice de precios es un buen negocio, ya que es más barato que con un préstamo personal.

Comparaciones

De todos modos, Pablo Blanco, director financiero de Alprestamo, hace hincapié en otras cuestiones a tener en cuenta, como el plazo, ya que un préstamo personal tiene tasa fija hasta el final, mientras en el caso de tarjetas no se sabe cuándo vendrá la próxima modificación.

Por lo tanto, financiarse por debajo del índice de precios es un buen negocio, ya que es más barato que con un préstamo personal.

La tasa de revolving era del 43%, que luego subió al 49% y ahora al 51%, por lo cual se incrementa el costo sin que el tarjetahabiente tenga posibilidad de nada, mientras con un personal la tasa es fija a 48 meses, por ejemplo. 

Certidumbre

«Por lo tanto, en los personales hay más certidumbre, ya que se sabe cuánto será la tasa hasta el final, mientras con el revolving es sólo por este mes que está la certeza», advierte Blanco.

Además, hay que incluir el cargo de emisión de resumen, que algunos bancos no cobran si no hay gastos en el mes, y el impuesto a los sellos en la ciudad de Buenos Aires, que encarece el 1,2% cada transacción.

Por la suba de tasas del Central, los préstamos personales son los que más podrían llegar a subir

Diagnóstico

Juan José dal Pastro, gerente de Banca Empresas de Banco del Sol, sostiene que, por la suba de tasas del Central, los préstamos personales son los que más podrían llegar a subir, como así también los de capital trabajo de Pymes: «Las líneas de mas largo generalmente son a tasas variables».

Entiende que la suba de tasas impactará en la demanda de líneas fondeadas por las entidades, no así en aquellas que tienen algún tipo de subsidio: «Quienes necesiten apalancarse por la naturaleza de sus negocios sufrirán perdidas de rentabilidad porque el mercado no convalidará mayores subas de precios y en caso de hacerlo caerá la demanda, salvo productos de primera necesidad».