Preocupación por la interna K, y la nueva pelea que tensiona a la oposición

0
114

Nota extraída de Clarín por Walter Schmidt

Cuál es la fecha clave del cronograma electoral que mira un sector del Frente de Todos. Por qué Juan Schiaretti divide a Juntos por el Cambio. 5 junio, 2023

El 19 de junio es un día clave para las PASO del Frente de Todos, en la que hoy asoman transitoriamente Eduardo “Wado” de Pedro y Daniel Scioli. Ese día vence el plazo para que las agrupaciones políticas informen a la justicia electoral la integración y el reglamento que cumplirá esa fuerza para las primarias.

En el sector oficialista más ortodoxo, el que lanzó la precandidatura presidencial de Daniel Scioli y de Victoria Tolosa Paz a la gobernación bonaerense, preocupa que no aparezca alguna sorpresa de último momento. Ya en las conversaciones informales asoman muchas diferencias. En el sciolismo apuntan al Frente Renovador de Sergio Massa. Aunque quien quedó como apoderado del PJ nacional, el principal partido del FdT, es el formoseño Gildo Insfrán claramente alineado con el cristinismo.

El reglamento es fundamental para transparentar la competencia pero también la herramienta que el massismo y La Cámpora pueden utilizar para llevarse la mayor cantidad de candidaturas. Las dudas surgen, por ejemplo, en torno al piso. La semana pasada, dirigentes cristinistas amenazaron con subir el piso a un 40% para que la dupla Scioli-Tolosa Paz tenga menos chances, blanquearon. Cuando algo razonable sería el 15%.

Otro factor que puede generar polémica es qué sistema se adoptará para conformar la lista definitiva de candidatos. Lo usual es el sistema D’Hont, que va intercalando los candidatos en una lista según los porcentajes obtenidos por cada nómina. Pero también se podría decidir, arbitrariamente, aplicar un sistema distinto que beneficie a la mayoría.

El tema adquiere relevancia porque ahora las PASO en el kirchnerismo suenan inevitables. La estrategia parece haber dado un giro. Al principio además de Massa, el planteo de candidato único lo había replicado Cristina Kirchner con la idea del voto útil, es decir, que haya sólo un postulante así en la noche de las PASO los precandidatos del FdT no quedaban relegados respecto de los de Juntos por el Cambio y de Javier Milei. Ahora prevalece la idea que los candidatos únicos dejan un tendal de dirigentes peronistas heridos, o fuera de juego, que pueden ir a jugar con otros espacios políticos o directamente no hacer campaña por el kirchnerismo.Y el oficialismo no puede dar esa ventaja.

La expectativas de Scioli podrían crecer si el rival es Wado. “En algunos municipios, Scioli mide más que Wado y eso los intendentes lo tienen en cuenta”, aseguran en el entorno del embajador en Brasil.

Que Cristina haya mandado a caminar el país al ministro del Interior, no archiva todavía la expectativa de que el candidato presidencial sea Massa o Axel Kicillof. Todo depende de cuánto nivel de desconocimiento descuente De Pedro y gane en intención de voto. Para que el kirchnerismo tenga chances de retener la provincia de Buenos Aires, necesita un candidato presidencial que mida hoy más que Kicillof para su reelección.

Del otro lado de la vereda el lema parece ser “siempre habrá algún motivo para diferenciarnos”. Esta vez la discusión gira en torno al gobernador de Córdoba y precandidato presidencial por un espacio peronista no K, Juan Schiaretti, quien días atrás aseguró que para “lo que la Argentina necesita para dejar atrás tantos años de decadencia y de frustración es tener un programa de gobierno común, hacer una nueva alianza política por parte de quienes coincidimos y luego un gobierno de unidad nacional”.

Este lunes no habrá definición alguna en la reunión de la Mesa Nacional de JxC, que reúne a los presidentes de los partidos. Sin embargo la pelea será cantidad vs peso específico.

La mayoría, contabilizando al larretismo, la UCR y la Coalición Cívica está a favor de la incorporación de Schiaretti y de José Luis Espert a la coalición anti K.

Morales fue quien propuso sumar a Schiaretti, luego de mantener un diálogo con el gobernador cordobés a quien conoce desde hace mucho tiempo. “Estoy con ánimo para sumar y ponerle el hombro para lo que viene”, le dijo el Gringo al gobernador jujeño.

En la Coalición Cívica recuerdan que “siempre tuvimos vocación de ampliar y construir espacios amplios” y se trabaja “por la unidad y triunfo de Juntos por el Cambio” pero también por sumar.

Mientras que en el caso de Miguel Pichetto con Encuentro Republicano Federal, aseguran que también apoyarían la ampliación, porque consideran que “siempre es mejor sumar” y aclarando que hay que trabajar por la candidatura de Luis Juez y de Rodrigo De Loredo para Córdoba Capital, su posición es que “hay que tratar de sumar a quienes estén alineados con nuestras propuestas”.

Pero quienes se oponen son Patricia Bullrich, y probablemente también Mauricio Macri.

Desde el larretismo enumeran que en muchas provincias hay acuerdos con peronistas como Miguel Pichetto, a quien Macri designó poco antes del cierre de las listas; en Salta que contó con el apoyo de Bullrich; en San Luis con Claudio Poggi; en Tucumán con Germán Alfaro; en San Juan Marcelo Orrego; en provincia de Buenos Aires con dirigentes que apoyan a la ex ministra de Seguridad como Manuel Passaglia o Joaquín de la Torre.

En el bullrichismo sostienen que es Larreta quien quiere cambiar la conformación de la coalición “porque está perdiendo la interna”, de lo contrario no movería nada.

Los dos problemas que aquejan a Juntos por el Cambio son los intereses contrapuestos de Larreta y Bullrich, y la pérdida de fidelidad del electorado en la marca.

“Estamos corriendo el riesgo que esta sea la primera elección en la que no podamos garantizar mantener los votos entre las PASO y la elección”, dicen que sentenció en una reunión con dirigentes de la coalición Ernesto Sanz, uno de los fundadores de Cambiemos, preocupado por la situación de la oposición.

Sanz es uno de los dirigentes siempre consultados, que sostiene que la noche de las PASO hay una batalla cultural por la lectura del resultado, que es lo que finalmente define luego la elección. En el 2015, Cambiemos ganó esa discusión al demostrar que podía estar en segunda vuelta y ganar, y el kirchnerismo pese a poner todo el aparato, no pudo remontar el triunfo inicial de Macri sobre Scioli. En el 2019 se dio a la inversa, cuando aquélla noche mostró al kirchnerismo contundente y por más Plaza del Sí y el importante recorte de votos que hizo Cambiemos, terminó perdiendo la elección.

Quizás el mayor de los problemas es que el 13 de agosto por la noche en Juntos por el Cambio deban salir a explicar que los votos de Rodríguez Larreta, Bullrich, Espert y algún otro presidenciable, si lo hay, deben sumarse. ¿Se suman realmente?