Napoleón y Hitler padecieron este fenómeno y es algo que puede impedir el avance de las tropas de Rusia y Ucrania.

La guerra entre Rusia y Ucrania comenzó hace más de 15 días y aún no hay indicios de que pueda detenerse. La cumbre fracasó. Los militares comandados por Vladimir Putin bombardearon una mezquita en Mariúpol donde había más de 80 civiles. Y desde el inicio de la guerra, según Naciones Unidas, ya son 579 los civiles muertos. Sin embargo, un fenómeno, que ya padecieron Napoleón y Hitler, podría ponerle fin al ataque

El clima juega un papel importante dentro de las guerras y la llegada de la raspútitsa, un fenómeno estacional que convierte la tierra firme en un barrial, podría ser lo que finalmente ponga el alto al fuego entre Rusia y Ucrania. Este fenómeno climático es poco favorable para el avance de vehículos militares.

Según informó la agencia Deutsche Welle (DW), en ruso, esta palabra significa “tiempo de las malas rutas”. Esto es algo común en Rusia, Ucrania y Bielorrusia. En aquellos países, la subida de temperaturas, el derretimiento de la nieve y las fuertes lluvias generan que dos veces al año haya varias semanas de barro en las ciudades. La raspútitsa podría llegar a partir de mediados de marzo, y se estima que el fenómeno dure entre tres y cuatro semanas.

“Ya ha habido muchas situaciones en las que tanques rusos y otros vehículos pasaron por campos y quedaron bloqueados. Los soldados se vieron obligados a abandonarlos y continuar a pie. Este problema existe y va a agravarse”, sostuvo el analista militar ucraniano Mikola Beleskov.

Este fenómeno fue padecido por las tropas de Napoleón, que tuvieron que retrasar su retirada de Rusia a fines de 1812. El historiador Laurent Henninger señaló: “Durante la Segunda Guerra Mundial, las grandes operaciones mecanizadas estuvieron casi completamente paralizadas durante las grandes lluvias del otoño o en los deshielos de primavera a causa de la raspútitsa”. Fue por eso que recién en 1941 Hitler pudo poner en acción su estrategia para atacar Moscú. Además, este fenómeno climático frenó la contraofensiva soviética en 1943.