Robo millonario en Cafayate: las víctimas sospechan que eran vigilados

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Sonia Pérez junto a su esposo descubrieron el robo, cuando regresaron luego de 10 horas de trabajo. “Dieron vuelta todo. Buscaban la plata”, dijo la víctima, abatida por la situación que le toca vivir.

El robo millonario en Cafayate tuvo como víctimas a una pareja, que paradójicamente dejó Buenos Aires, buscando un lugar más seguro para vivir. “Creo que hay que denunciar, porque es una forma de ayudar a la policía y ayudarnos a nosotros mismos”, expreso Sonia Pérez, en una radio local de Cafayate donde contó cómo fue le violento ataque a sus vivienda.

La mujer junto a su esposo son dueños de un restaurante ubicado en la ruta 68 a unos kilómetros de la ciudad de Cafayate. Milla 7 es el sueño de esta pareja que además cuenta con su propio viñedo, donde están elaborando sus primeros vinos.

El pasado viernes, Sonia dejó su casa en el barrio privado El Bosque, al as 10,30 y su esposo un rato después. Él fue el primero en regresa a las 16,45, y ver la escena de su casa dada vuelta por completo. “Dieron vuelta toda la casa, abrieron los cajones, corrieron los muebles, revisaron todo. Tuvieron tiempo de buscar la plata, porque eso era lo que buscaban desde el altillo hasta el lavadero. Todo estaba dado vuelta”, relató Sonia Pérez.

Según sus estimaciones, este robo tuvo que ser planeado, porque sabían las horas que la casa quedaba vacía y se tomaron todo el tiempo “que quisieron” para revisar cada espacio de la vivienda en busca de la caja fuerte “Una vez que la ubicaron, la sacaron, la abrieron y se llevaron toda la plata”, expresó la mujer que rescató que además se llevaron cinco relojes y un anillo de oro que estaba a la vista. De la vivienda no tocaron nada más. Celulares, computadoras, televisores, todo lo que hace a la vivienda quedó intacto.

“No quiero creer que es gente de Cafayate”

Sonia contaba en su caja fuerte con los fondos de la venta de los bienes de su suegra, que había heredado su esposo el años pasado. Además estaban los ahorros y los fondos para el pago de los sueldo de sus empleados. Hoy, se quedaron sin nada. Se estima que el robo supera los 50 millones. El dinero estaba destinado para la construcción completa de una nueva edificación para ampliar el restaurante, y la bodega.

En medio del desconsuelo por la situación, Sonia expresó con mucho dolor que no quiere creer que el robo fue cometido por alguien de Cafayate. “MI esposo y yo no tenemos familia. Mis empeladas son mi familia, con ellas comparto todo los días, almorzamos juntas, charlamos, nos reímos. No, no puedo creer que sea alguien de acá”, expresó la mujer que recordó que desde hace varios días los cinco perros que tiene en su vivienda ladraban todas las noches, y desde el viernes después del robo, dejaron de ladrar.

Se sospecha que por la metodología del robo, las víctimas fueron vigiladas, por varios días para conocer sus movimientos y advirtieron que la vivienda no cuenta con cámaras. Un dato importante es que los vecinos expresaron que en las horas en que habría ocurrido el robo, el pasado viernes, los perros no ladraron. Lo que hace pensar que los animales fueron sedados, entretenidos o conocían a quien ingresaba.

En el momento en que el esposo de Sonia regresó a la casa, pudo advertir que las puertas del fondo de la vivienda estaban abiertas y que los perros estaban adentro. El fondo de la casa de una campo y luego de una calle exterior, donde se encontraron huellas sospechosas.

El Bosque es un barrio privado que cuenta con dos portones, que no tienen vigilancia y además está cercado solamente con alambre olímpico.

Recuperar la calidad de vida

Sonia y Pablo destacaron que eligieron llevar su vida en Cafayate porque no hacía falta poner cámaras por todos lados ni blindar sus espacios, pero ante estos hechos delictivos, advierten que es necesario tomar medidas. “Nunca paso nada, cuántas veces dejamos la casa sin llave o el auto abierto. Nunca pasó nada”, expresó la mujer que reconoció que en la ruta siempre está la policía y gendarmería pero que por lo visto no es suficiente.

La mujer expresó que por suerte no fue ella la que volvió antes a la vivienda. “Tuve una mesa de última hora que decidimos atender, pero si no hubiera sido eso, la llegaba antes de lo previsto era yo, mirá si lo encontraba en mi casa todavía y con un arma”, se preguntó la mujer durante su encuentro con el periodista Alejandro Tula de Cafayate.

Sonia recordó que en Buenos Aires se viven con las redes de vecinos, con los corredores seguros. “Nunca pensé que iba a tener que volver a vivir eso. En El Bosque hay gente que vive ahí en forma permanente porque es su lugar de retiro o porque hacen home office. Hoy ya no es seguro. Es triste pero ahora tengo miedo”, expresó la mujer entre lagrimas