Salarios: ¿por qué la reciente mejora no se refleja en el consumo y en la actividad?

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Mientras las remuneraciones de los trabajadores registrados sumaron tres meses seguidos al alza, el consumo y la actividad económica no logran recuperarse.

Pese a que los últimos datos oficiales disponibles mostraron que los salarios acumularon tres meses consecutivos con mejoras en términos reales, la actividad económica y el consumo siguen sin repuntar. La heterogeneidad entre los ingresos de los trabajadores y la incidencia del pasado reciente -devaluación de diciembre mediante- explican esta dinámica, según los especialistas.

De acuerdo a las estadísticas del INDEC, el índice de salarios para los trabajadores registrados creció un 6,3% por encima de la inflación entre abril y junio. Aun así, permanecieron casi un 10% real por debajo del nivel de noviembre de 2023, ya que a partir de la devaluación de diciembre, y hasta marzo, se derrumbaron un 15%.

Vale aclarar, además, que dentro de dicho indicador fueron los sueldos de los empleados del sector privado los que traccionaron el repunte, mientras que los estatales vienen alternando subas con bajas.

En un sentido similar, los números del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) mostraron que los salarios de los trabajadores asalariados en el sector privado ganaron 7,5% real entre abril y mayo, aunque en relación a noviembre último exhibieron un declive de 4,6%.

El consumo no logra recuperarse pese a mejora en salarios del sector privado

La recuperación de los salarios no tuvo un correlato similar en el consumo. De acuerdo con un índice elaborado por la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), el consumo de los hogares en bienes y servicios finales cayó tanto en mayo como en junio de manera mensual, y recién mostró un rebote en el último dato correspondiente a julio.

En los últimos meses la CAC viene poniendo énfasis en la reestructuración del gasto que están llevando a cabo las familias en el contexto recesivo, con un recorte en las compras de indumentaria y un menor consumo de actividades recreativas.

Un estancamiento similar se observó en las ventas de los supermercados, que solo aumentaron en uno de los últimos cuatro meses relevados por el INDEC.

El director de la consultora EPyCA, Martín Kalos, aclaró en diálogo con este medio que los salarios de los trabajadores registrados en el sector privado representan apenas el 40% de la masa total de ingresos de los hogares, por lo cual para que haya una recuperación del consumo tiene que haber una recuperación en los ingresos del 60% restante.

«Los ingresos de los trabajadores informales, de los empleados públicos y la masa de ingresos que no son laborales, como jubilaciones y asignaciones familiares, se siguieron licuando», profundizó.

Fuente: Consultora C-P.

Fuente: Consultora C-P.

En el mismo sentido, uno de los titulares de la consultora C-P, Federico Pastrana, analizó a través de sus redes que el crecimiento de la desigualdad y la disparidad entre sectores para recomponer sus ingresos explica un poco esta «anomalía», que significa el hecho de que los salarios parezcan estar recuperándose pero no así los indicadores de actividad económica.

El economista reflejó que en los primeros siete meses del Gobierno de Javier Milei hubo un ajuste del 19% en la masa de jubilaciones, del 15% en la de prestaciones sociales, y del 23% en la de salarios públicos, cifras mucho más negativas que la pérdida sufrida por los trabajadores formales privados.

De esta manera, Pastrana mostró cómo la actual crisis afectó más a quienes no tienen paritarias y a quienes tienen una mayor dependencia relativa de los ingresos provenientes del Estado. «La recuperación de ingresos fue dispar y desigualdadora, afectando a sectores de bajos ingresos y con alta propensión a consumir. Bajo esta dinámica, no llama la atención que el consumo siga en niveles bajos y la pobreza, alta«, sentenció.

Justamente, esta semana el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA) informó que, según su habitual medición, la pobreza creció al 52% en el primer semestre del año, el valor más elevado desde 2004. En el promedio de 2023 el indicador se situó en el 45%, lo cual refleja un incremento considerable de aquellas personas que no llegan a cubrir con sus ingresos el costo de una canasta básica.

La UCA explicó, de todos modos, que el pico se alcanzó en el primer trimestre, cuando el porcentaje llegó al 56%, para luego retroceder entre abril y junio al ritmo de la desaceleración inflacionaria.

La actividad económica acumuló tres trimestres consecutivos a la baja

La depresión en el poder adquisitivo de la población se reflejó notoriamente en la actividad económica, que en junio arrojó una caída respecto de mayo y en el segundo trimestre se contrajo 1,7% en comparación con los tres meses previos, acumulando así tres trimestres consecutivos a la baja.

Los derrumbes en la industria, el comercio y la construcción, tres sectores con mucho peso en la economía, explicaron el grueso de esta recesión.

Para el dato de julio se espera cierta reactivación, en funcion de los primeros indicadores privados que se fueron publicando, relacionados con la industria automotriz, la fabricación de maquinaria agrícola y los despachos de cemento, entre otros.

Qué se espera para los próximos meses

Para la CAC, la reanudación del proceso desinflacionario que se verificó en julio podría ayudar a la reactivación del consumo, siempre y cuando esa dinámica se sostenga en el tiempo, algo que está todavía por verse: las estimaciones de las consultoras arrojan una inflación esperada para agosto muy similar a la de julio, en torno al 4%. De cara a los próximos meses la cámara advirtió que nuevos ajustes en las tarifas de servicios públicos podrían poner en riesgo este sendero descendente.

Por el momento, Kalos sostuvo que la recuperación parcial que se viene viendo en los salarios todavía es muy marginal para generar un crecimiento significativo del nivel de consumo agregado y advirtió que «los que recuperan un poco su poder adquisitivo también ajustan el cinturón porque está el miedo al desempleo».

Por su parte, Pastrana asegura que «es necesario diferenciar ‘el nivel actual’ que se ve en la recuperación de algunos salarios de ‘lo que viene pasando'» ya que «no es neutral la situación de meses atrás».

Fuente: Consultora C-P.