Seis consejos para cuidar la circulación sanguínea en los viajes

0
398

Cuando se piensa en un viaje, dependiendo de la edad, hay que ocuparse de diversos aspectos. Tener presente que mientras los miembros inferiores se encuentren sin movilidad o con una reducida, la circulación periférica y profunda se verá afectada.

Pueden aparecer calambres, cosquilleos en algún momento y sensaciones de dolor que ceden con una breve caminata. Unos pasos se pueden hacer dentro del transporte y así evitar inconvenientes y recuperar el ritmo circulatorio.

Hay gran cantidad de recursos posibles de instrumentar antes a subir al avión:

1. Durante los días previos,chequear la temperatura de las piernas y pies, explorar para reconocer si hay retención de líquidos, evitar los alimentos salados y las grandes ingestas de comida, y comprimir los tobillos con medias apretadas con elásticos.

La ropa muy ajustada suele acentuar los edemas y producir enrojecimientos muy evidentes a la altura de tobillos y rodillas. Mientras que los alimentos picantes pueden promover enrojecimientos y trastornos digestivos.

2. Es prudente armar un botiquín básico que contenga algún antibiótico -por si se producen infecciones-, un antipirético (antifebril), un antialérgico que no contenga cortisona y alguna crema humectante de la piel, que, debido a la carga estática, tenderá a descamarse. También, se aconseja probar el uso de las medias de descanso, cuyo objetivo es mejorar el retorno venoso y evitar la dilatación de las piernas, y, en los casos de personas mayores, la formación de trombos o coagulación.

3. Los mayores podrían consultar con el médico con el fin de comenzar, en los días previos, con el uso de aspirina, que es un excelente anticoagulante.

4. Durante el viaje, comer liviano y alternar caminatas durante el trayecto, beber agua con frecuencia y tratar de descansar, aunque no se pueda conciliar el sueño.

5. Al llegar a destino, es conveniente caminar para acomodar rápidamente el sistema circulatorio que es el que más se puede alterar.

6. Controlar la posición durante el viaje para evitar contracturas cervicales o dorso lumbares. Cada tanto, realizar movimientos circulares con las muñecas, el cuello y despegar la espalda del asiento.

Fuente: Lic. Laura Szafirstein (MN. 51.120) / Conbienestar