sábado, septiembre 21

Sin extraordinarias, el Congreso entra en días tensos con el DNU y la pelea con la oposición como trasfondo

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Nota extraída de Tn por Sebastián Aulicino

El Gobierno no logró aprobar ninguna de las iniciativas que el Ejecutivo incluyó en el temario para tratar desde fines de diciembre. La Libertad Avanza sigue sin convocar a la Bicameral para tratar el decreto presidencial. Negociaciones trabadas con el macrismo.

“La oposición se queda con el discurso y el oficialismo con las leyes. Siempre. Es el primer gobierno que eligió quedarse con el discurso, el de los traidores y la casta, antes que con las leyes. Hoy le alcanza, pero no mucho más”, resume, un legislador del PRO, en línea con una advertencia que hizo Miguel Pichetto, jefe de Hacemos Coalición Federal, durante el debate finalmente frustrado de la Ley Ómnibus en el recinto de Diputados. Este jueves concluyó el periodo de sesiones extraordinarias, sin proyectos aprobados.

Mientras el Gobierno evalúa cómo reflotar parte de las reformas, sea vía decreto o nuevos proyectos de ley, el Congreso entra en dos semanas cargadas de incógnitas: el oficialismo aún no armó a la Bicameral para tratar el mega DNU de Javier Milei y tensa la relación incluso con la oposición “dialoguista”; la alianza entre el PRO y La Libertad Avanza sigue en “veremos”, y todos los bloques aguardan, con preocupación, el mensaje que el Presidente dará ante el parlamento el 1° de marzo, que podría ayudar a recomponer la relación o terminar de quebrarla.

El temario de extraordinarias incluyó, además de la Ley Ómnibus -que en rigor nunca estuvo incluido como tal en la lista de proyectos-, la Boleta Única, la reversión de la rebaja del Impuesto a las Ganancias para la mayoría de los trabajadores, convenios internacionales, retiro de pliegos de jueces, y una reforma de la ley contra el lavado de activos.

Javier Milei, Victoria Villarruel y Martín Menem. (Foto: Alejandro Pagni / AFP)
Javier Milei, Victoria Villarruel y Martín Menem. (Foto: Alejandro Pagni / AFP)

De este paquete, este último proyecto sobre lavado de activos (parte de un acuerdo con el FMI) era el único que tenía los votos para convertirse en ley la semana que viene en el Senado, si el Gobierno extendía las sesiones extraordinarias. Pero el vocero presidencial, Manuel Adorni, confirmó que no lo haría. La Cámara Alta igual tendrá su sesión preparatoria para definir autoridades el próximo viernes, pero no votará iniciativas.

Aunque hasta este jueves existían algunas dudas entre los legisladores por el modo en el que el Gobierno reaccionó tras el naufragio de la Ley Ómnibus, finalmente Milei sí hablará frente a la Asamblea Legislativa el 1 de marzo, en el inicio de las sesiones ordinarias -tal como lo establece la Constitución- cuando los mandatarios suelen informar lo que se propone hacer en el nuevo periodo parlamentario.

“Lo más importante en estas semanas es que el Gobierno defina una agenda de prioridades para el Congreso, que la Ley Ómnibus sirva de aprendizaje. Que defina paquetes de leyes, puntuales, para tratar”, plantea un diputado de HCF. “Que no fuera a la Asamblea hubiera sido un gesto espantoso. Quiere gobernar desde lo simbólico, construye enemigos: los gobernadores, la casta, Lali Espósito. Nos consta que hoy le funciona, pero se va a agotar. Lo eligieron para gobernar”, agrega una legisladora radical.

Diputados aprobó la Ley Ómnibus en general, pero luego se cayó en la votación en particular (Foto: Télam).
Diputados aprobó la Ley Ómnibus en general, pero luego se cayó en la votación en particular (Foto: Télam).

El oficialismo necesitará ambos bloques para sesionar y tratar cualquier proyecto desde marzo. De hecho, tanto bancadas como la UCR, como la Coalición Cívica (que integra HCF y presiona para modificar de la fórmula movilidad jubilatoria), vienen presentando y seguirán presentando estos días proyectos de ley con partes de la Ley Ómnibus que se cayó en el recinto, y partes del mega DNU de Milei que ya están frenadas en la Justicia, como el capítulo laboral.

La pelea por el DNU

La pelea por el mega DNU de MIlei sigue calentando el clima en el Congreso y seguirá haciéndolo durante el receso. Hasta ahora, solo el Senado -donde manda Victoria Villarruel- definió a los 8 integrantes que le corresponde a la Cámara para armar la comisión bicameral que debe tratar los DNU.

Este miércoles, el presidente de Diputados, Martín Menem dejó en claro que el argumento del oficialismo para no conformarla es que Unión por la Patria envió cuatro nombres en vez de los tres que le corresponderían. Pero lo mismo había hecho el kirchnerismo en el Senado y, sin embargo, Villarruel solo le dio tres lugares y designó a los integrantes.

En los hechos, se cumplieron los tiempos legales para que esté habilitado el tratamiento del decreto en una sesión sin pasar por la Bicameral, pero hasta ahora UxP no logró garantizarse los 129 diputados para el quorum en la Cámara Baja, ni los 37 senadores para la Cámara Alta. Aun sin los números, en el Senado el peronismo K insistió tres veces para que Villarruel convoque a una sesión: el último pedido fue para la fecha 23 de febrero, es decir, el mismo día en el que el oficialismo planea la sesión preparatoria con el resto de la oposición.

Javier Milei y su gabinete en el mensaje grabado por cadena nacional. (Foto: Presidencia)
Javier Milei y su gabinete en el mensaje grabado por cadena nacional. (Foto: Presidencia)

La incógnita, en el Congreso, es hasta qué punto el Gobierno puede tensar la cuerda sin conformar la Bicameral de DNU, no con el kirchnerismo, sino con algunos bloques “dialoguistas”.

Por ejemplo, el bloque de la UCR -muy divido también internamente-, que le pidió formalmente a Menem que defina los integrantes de Diputados, armó un Zoom el miércoles y sus miembros empezaron a repartirse el análisis del decreto por capítulos, para un eventual pronto debate en la comisión aún no constituida. Sucede que el radicalismo, como los demás bloques dialoguistas, pretende también forzar un desglose del DNU, poder votarlo por partes, y no todo junto “por sí o por no”.

Pero incluso hay miembros del PRO, aunque no todos, que plantean que sería mejor para el gobierno convocar a la Bicameral: “Si la siguen tensando, un día los K van a reunir a 113 diputados, luego van a ser 120 y un día vas a estar con el miedo de que te junten el quourm. En el Senado más. Y si siguen llamando delincuentes y traidores a diputados y gobernadores no es imposible en un tiempo”.

La alianza entre el Gobierno y el PRO

Al menos en el Congreso, en las últimas horas en el PRO le pusieron paños fríos a la discusión sobre una posible alianza con La Libertad Avanza. En el bloque amarillo advierten que todavía falta ordenar la interna partidaria, que en marzo define a sus autoridades, además de Mauricio Macri y Javier Milei.

Diputados y dirigentes macristas insisten además en que el PRO no pondrá en juego su integridad si el acuerdo no incluyera poder de decisión en el Gobierno, además de peso territorial vía organismos, en una discusión que incluye la posibilidad de que Cristian Ritondo -jefe del bloque en Diputados- presida la Cámara. Algunos señalan en que el Ejecutivo todavía negocia “bajo la lógica de no ceder nada”.

El jefe de bloque del PRO en Diputados, Cristian Ritondo (Foto: NA).
El jefe de bloque del PRO en Diputados, Cristian Ritondo (Foto: NA).

No creo que vayamos a una fusión con LLA. El PRO tiene una identidad partidaria propia de más de 20 años, y una construcción política a lo largo y ancho del país. Tenemos una mirada de acompañamiento y responsabilidad ante este Gobierno”, avisó Ritondo este jueves.

Hasta las últimas horas, el diagnóstico era: “trabado”. “Va a ser un proceso. Tenemos coincidencia ideológica, con muchos reparos en las formas. Lo del interbloque no creo que pase muy pronto, no hay que apurar, es bueno ver cómo le va también, tampoco inmolarse. Podemos terminar en dos años en una alianza electoral, compartiendo listas. Pero, si es, va a ser un proceso”, opinaba un diputado PRO.

El bloque se reunirá la próxima semana. Para empezar, debe definir quién ocupará la Vicepresidencia tercera de la Cámara Baja, lugar para el que sonaba el nombre de Silvia Lospennato.