Tras un fuerte rechazo del peronismo, el DNU de Milei pone a prueba a los partidos más cercanos al Gobierno

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En un parlamento fragmentado, el decreto del presidente generó posturas diversas entre diputados y senadores del mismo signo político. Final abierto en la bicameral que deberá avalar o rechazar la decisión del Gobierno.

El mega DNU anunciado el miércoles por Javier Milei terminó de enrarecer el clima en un Congreso totalmente fragmentado, donde todavía se espera el llamado a sesiones extraordinarias que el presidente prometió apenas asumido. La decisión el nuevo gobierno generó posturas encontradas en todos los bloques y lecturas internas disímiles. Por otra parte, la comisión bicameral que deberá revisar el decreto presidencial sería conformada en los próximos días, pero nadie tiene muy en claro que podría pasar allí.

Dejando de lado a Unión por la Patria, que aprovechó para cerrar filas y rechazó de plano el DNU de Milei -aunque existían algunas dudas sobre cómo se pararán los gobernadores del PJ- en el resto de los espacios el posicionamiento fue menos lineal.

Así, por ejemplo, en el PRO -TN conversó con media docena de legisladores- el sector más ligado a Patricia Bullrich respaldaron tanto la forma como el contenido; algunos diputados y senadores “dialoguistas” y vinculados a gobernadores rechazaron el modo (DNU) pero no las medidas; incluso en el sector más vinculado a Mauricio Macri -que respaldó forma y contenido- hay legisladores que advirtieron que el decreto y el discurso de Milei no cayeron demasiado bien entre los legisladores, con quienes deberá negociar leyes y reformas, pero entendían como lógica la estrategia libertaria.

Javier Milei habló en las escalinatas del Congreso (Foto: Reuters)
Javier Milei habló en las escalinatas del Congreso (Foto: Reuters)

Generó un clima complejo, malo. Obligó a adelantar posicionamientos. Tampoco buscó tirar algún centro: el discurso fue malo con los legisladores, ya venía de hablar de espaldas al Congreso. Las formas importan, no ayuda a que haya buena voluntad”, opinaba uno de ellos. “Pero la mitad de lo que definió por decreto hubiera estado frenado acá dos años. Y lo único que no tiene Milei es tiempo”, agregó.

“Los diputados y senadores del país tienen la responsabilidad histórica de ser parte de este cambio u obstruir el proceso de reformas más ambiciosa de los últimos 40 años para poder lograr poner en marcha las fuerzas productivas de los argentinos y comenzar a transitar el camino para ser una potencia mundial”, había desafiado Milei por cadena nacional.

Del mismo modo, en la UCR también conviven posiciones disímiles. El partido con Martín Lousteau a la cabeza emitió un comunicado con el que rechazó la decisión del presidente de emitir un decreto modificando cientos de leyes, le reclamó que llame a extraordinarias y que envíe en proyectos de ley, como “espejo”, lo mismo que definió a través del DNU.

El bloque de La Libertad Avanza deberá negociar en minoría en la Cámara de Diputados (Foto: NA).
El bloque de La Libertad Avanza deberá negociar en minoría en la Cámara de Diputados (Foto: NA).

Así y todo, diputados y senadores que responden a gobernadores radicales -que tendrán peso en la bicameral que trate el DNU- admitían que para la oposición que había prometido “gobernabilidad”, “responsabilidad” y “acompañamiento” sería difícil plantarse en un rechazo duro ante las medidas que tomó el Gobierno, sobre todo con el kirchnerismo yendo a fondo para bloquearlas.

En ambas cámaras del Congreso conviven otros espacios que serán clave para las negociaciones que se vendrán en adelante, no solo para el futuro del DNU en sí, sino de los proyectos que envíe Milei si finalmente, como prometió, realiza el llamado a sesiones extraordinarias.

Bancadas ligadas al peronismo federal y fuerzas locales que gobiernan algunas de las provincias cuestionaron públicamente por ilegítima e inconstitucional la decisión del presidencial. Sectores que hasta ahora formaban parte de Juntos por el Cambio, como Cambio Federal -que encabeza Miguel Pichetto- o la Coalición Cívica fueron contundentes también en el rechazo y pidieron igualmente que el Gobierno envíe los proyectos de ley para poder discutir tema por tema.

Porque eso es justamente el análisis que no admite un DNU en el Congreso: es decir, la comisión bicameral que deberá analizar su validez, no puede segmentarlo, no puede tomar posición por tema ni modificarlo, solo puede avalarlo o rechazarlo en su totalidad.

Bicameral: la prueba para el DNU en el Congreso

¿Qué puede pasar entonces con el decreto de Milei en el Congreso? La respuesta depende de a quién se le pregunte y varía incluso entre legisladores del mismo signo político. En otras palabras, no hay certezas. Pero, primero, la Bicameral de Trámite Legislativo debe ser conformada.

Como informó TN, de acuerdo a la Constitución, dentro de los 10 días desde su dictado, el jefe de Gabinete nacional debe poner el DNU a consideración de la Bicameral, que dentro de un plazo de otros 10 días como máximo debe emitir dictamen, que debe ser tratado en el recinto de cada cámara parlamentaria. Si una de las dos cámaras lo avala, queda avalado. Si una de las dos cámaras la rechaza, queda avalado. Solo el rechazo de ambas cámaras en el recinto implica la derogación de un DNU.

La comisión se integra con 8 diputados y 8 senadores, siguiendo un criterio de proporcionalidad respecto del peso que los espacios políticos tienen en cada una. Fuentes parlamentarias, tanto opositoras como de La Libertad Avanza aseguraban que quedaría definida muy pronto, algunos señalaban en las próximas horas y otros hablaban del próximo martes (aunque deberá reunirse al menos una vez para que quede formalmente conformada).

Victoria Villarruel abrió su primera sesión en el Senado y el oficialismo, con el apoyo de toda la oposición menos el kirchnerismo, definió a las nuevas autoridades parlamentarias (Foto: Telam)
Victoria Villarruel abrió su primera sesión en el Senado y el oficialismo, con el apoyo de toda la oposición menos el kirchnerismo, definió a las nuevas autoridades parlamentarias (Foto: Telam)

Hasta este jueves, por el lado del Senado, quedaría integrada por: 1 senador de La Libertad Avanza (sería Juan Carlos Pagotto); 1 por la UCR (Victor Zimmermann); 1 por el PRO (Luis Juez); 1 por Cambio Federal (Juan Carlos Romero); 1 por Unidad Federal (Carlos Camau Espínola).

Conflicto: según el nuevo oficialismo y todos los bloques opositores menos el kirchnerismo, a UxP le corresponderían 3 lugares. Pero la bancada informó anoche que propuso 4 nombres: María Teresa Gonzalez, Mariano Recalde, Anabel Fernández Sagasti y Silvia Sapag.

Por el lado de Diputados, se estimaba: 2 de La Libertad Avanza (Oscar Zago y Lisandro Almirón), 1 del PRO (Hernán Lombardi); 1 de la UCR (Francisco Monti); 1 Cambio Federal + aliados (Nicolás Massot) y 3 de UxP (no se habían informado los nombres). En el bloque del PJ-K aseguraban que en realidad le correspondían al menos 4 lugares.

Para conseguir quorum y para emitir un dictamen en la comisión se necesita una mayoría de 9 legisladores que ningún espacio tiene por si mismo. El PRO (2) no lo rechazaría y lógicamente tampoco LLA (3). Los representantes de la UCR (2) responden al sector de los gobernadores, no a Lousteau, y según informaron en el partido tampoco estaba necesariamente definido el rechazo.

En ese caso, los 6 de UxP (de actuar en bloque) deberían acordar con los 3 legisladores de los bloques federales. Y eso, al menos hasta este jueves, no estaba ni asegurado ni siquiera conversado.

Pero se sumaba otra duda: algunos diputados y senadores, incluso algunos que integrarán la bicameral, opinaron en diálogo con TN que ni podría asegurarse que, de conformarse, la comisión bicameral vaya a ponerse en marcha a tratar el DNU, entre otras razones porque no existen sanciones previstas.

Por otra parte, este año, la presidencia de la bicameral debe quedar para un senador. Y el presidente es clave para cualquier votación en desempate (su voto vale doble en caso de empate) pero también para el funcionamiento mismo de la comisión. Con o sin llamado a extraordinarias, se vienen días intensos para el fin de año en el Congreso nacional.