jueves, septiembre 19

Un marido sospechoso y muchos millones en juego: Sunny Crawford, la aristócrata que pasó 28 años en coma

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La historia ocurrió entre fines de la década de 1970 y comienzos de los 80 en EE.UU. La mujer debió ser internada por un extraño cuadro de hipoglucemia del que nunca se recuperó. La herencia de 14 millones de dólares puso en la mira a su esposo, condenado en un primer juicio y absuelto en el segundo.

Claus Cecil Borberg había nacido en Copenhague en 1926 y era hijo de Joanna y Svend Borberg. Sus padres se divorciaron cuando él tenía cuatro años. Su padre, crítico de teatro, fue arrestado en Dinamarca como colaborador nazi cuando terminó la Segunda Guerra Mundial. Fue condenado a cuatro años de prisión, puesto en libertad tras una apelación después de haber cumplido 18 meses, murió un año después.

En el inicio de la guerra, el joven Claus y su mamá escaparon a Gran Bretaña. Adoptó el nombre de su abuelo materno, Frits Bülow, exministro de justicia danés. En 1946, se recibió de abogado y un año después ingresó en el estudio jurídico de Quintin Hogg, un destacado letrado y político que se convertiría en barón Hailsham de St. Marylebone. Aprendió todo sobre el caso de Kenneth Barlow, un enfermero que quiso matar a su esposa inyectándole insulina para provocarle una hipoglucemia, pero tenía tan poca paciencia que terminó ahogándola en la bañera.

Claus von Bülow era abogado.
Claus von Bülow era abogado.

Claus y Sunny

A principios de la década de 1960, Claus fue contratado como asistente administrativo por el magnate petrolero J. Paul Getty, uno de los hombres más ricos del mundo. En 1966 conoció a la mujer que lo haría famoso, Sunny Crawford.

Martha Sharp Crawford von Auersperg, conocida como Sunny por su carácter alegre, una hermosa mujer de la alta sociedad estadounidense, era heredera de una fortuna de casi 80 millones de dólares. Su padre, George Crawford, fue el fundador de Columbia Gas and Electric Company. Ella se había casado con el príncipe austríaco Alfred von Auersperg, con quien tuvo a Alexander von Auersperg o Alex, y a la princesa Annie Laurie von Auersperg Kneissl , conocida como Ala. El matrimonio duró hasta 1965, un año antes de que Sunny conociera a Claus Bülow. La heredera y Claus se casaron rápidamente y se instalaron en un lujoso piso de la Quinta Avenida de Nueva York. La pareja tuvo una hija, Cosima von Bülow Pavoncelli, que nació en 1967.

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Al año siguiente, Claus dejó de trabajar para Getty y su esposa comenzó a buscar una propiedad frente al mar, en Newport, donde su madre, Annie Laurie Crawford Aitken, y su padrastro, Russell Aitken, tenían una finca. Compró Clarendon Court, una mansión de poco más de cuatro hectáreas con vista al mar.

La vida del matrimonio era de fiestas, gastos, lujos, barbitúricos y más barbitúricos, hasta que en 1978 Claus conoció a Alexandra Isles, otra integrante de la alta sociedad y actriz. Tal vez Sunny intuyera el romance de su marido por los comentarios sarcásticos que él le hacía sobre su figura, lo que la llevaba a deprimirse, a beber y consumir pastillas para adelgazar. El sarcasmo era una característica de Claus, pero jamás hasta ese momento lo había utilizado con su mujer, de quien se preocupaba cada vez menos, a quien veía cada vez menos durante el día, con quien se aburría cada vez más salvo en los momentos en los que la mortificaba con sus invectivas.

Sunny, en su juventud.
Sunny, en su juventud.

La historia de Sunny ya no se contaba con alegría porque ese júbilo y entusiasmo que la distinguieron siempre se iba apagando; ahora hablar de Sunny era referirse a sus problemas de salud que cada vez se hicieron más notorios, un drama de depresión y sufrimiento que se avizoraba con final incierto.

La salud de Sunny

Una inesperada y extraña hipoglucemia la dejó en coma el 27 de diciembre de 1979. La noche anterior estaba débil y no coordinaba y tuvo que ser ayudada a llegar a su dormitorio por su hijo Alex. Su criada personal, la alemana María Schallhammer, escuchó, poco después de las 9.30, cómo la señora Bülow gemía en su dormitorio. Al entrar intentó sin éxito despertarla. Alarmada le pidió a Claus que llamara a un médico, pero él se negó afirmando que su esposa sólo estaba durmiendo. María venía observando, ya antes de este episodio, que von Bülow no reaccionaba rápidamente ante el extraño y preocupante comportamiento de su esposa, que estaba apática y desanimada.

Esa mañana del 27 de diciembre de 1979, Claus dejó pasar cinco horas y recién llamó por ayuda. Según María, Claus le describió al médico síntomas falsos de su esposa. Por ejemplo le dijo que Sunny había estado bebiendo la noche anterior y que a la mañana se había levantado de la cama. Todo eso mentira. Al rato Sunny vomitó, comenzó a jadear y tuvo un paro cardíaco. El médico pudo salvarle la vida. La mujer entró en coma y la trasladaron al Hospital de Newport. Los análisis de sangre indicaron que su nivel de azúcar era inusualmente bajo. Ella recuperó la conciencia, se recuperó y el 2 de enero de 1980 le dieron el alta con un diagnóstico de paro cardíaco e hipoglucemia de causa desconocida.

Sunny era la heredera de 80 millones de dòlares.
Sunny era la heredera de 80 millones de dòlares.

Alexandra, la amante de Claus, ya le había dado un ultimátum: o se separaba de Sunny o no la vería nunca más. Pero Claus estaba en un dilema; un divorcio lo privaría de los 14 millones de dólares que su esposa le había asignado en su testamento y lo hubiera dejado con una renta anual de 120.000 dólares, es decir lo que ahora gastaba en algunas horas.

En febrero de 1980, María Schallhammer encontró una gran bolsa de viaje de color negro mientras limpiaba el vestidor de la habitación de Claus en el departamento de Nueva York. Dentro había otra bolsa negra más pequeña, la sacó, la abrió y vio tres viales, uno con píldoras, otro con polvo y el último con un líquido. Por el momento, no le dijo a nadie.

En noviembre de ese año, María encontró la bolsa negra pequeña pero ahora estaba dentro de una bolsa de lona blanca en una silla del dormitorio de von Bülow. Otra vez vio dentro la bolsa negra y allí estaban los tres viales pero ahora había, además, dos o tres agujas, una jeringa y un frasco pequeño con la etiqueta “insulina”. Llamó a Alex a la habitación y le mostró su descubrimiento. “¿Para qué insulina si mamá no es diabética?”, fue lo primero que dijo Alex.

Sunny, una mujer insegura

El 19 de diciembre, el matrimonio junto con su hija Cosima se fue de Nueva York a su casa de Newport. Por entonces María volvió a ver la bolsa negra dentro de la de lona blanca. En su interior, había las mismas cosas que cuando la revisó en noviembre. Colocó todo en el automóvil familiar que iba a Newport, en Rhode Island. La noche del 20 de diciembre, el chofer llevó a Sunny, Alex y Cosima al cine. Al regresar, Alex y su madre fueron a la biblioteca. En algún momento Claus entró y le preguntó a su mujer si necesitaba algo y ella le respondió que le trajera un poco de sopa. Así lo hizo. Alex notó, después de una hora de conversar con su mamá, que ella mostraba síntomas de debilidad y que ya no coordinaba lo que decía. La mujer quiso ponerse en pie pero no pudo y Alex la ayudó a llegar hasta el dormitorio.

Alexandra Isles, la amante de Claus.
Alexandra Isles, la amante de Claus.

Mientras todo esto ocurría, Claus no estaba, es decir se mostraba indiferente a la vida familiar. Claus von Bülow no parecía darle importancia a los síntomas de su esposa. Alex dejó al matrimonio a solas en el dormitorio. Advirtió la marcada dependencia de Sunny con respecto a su marido. Ella se había convertido en una mujer melancólica, preocupada por su línea y la tersura de su piel, dominada completamente por Claus que la convirtió en una mujer insólitamente insegura.

Cuando Alex se despertó el 21 de diciembre, cerca de las once de la mañana, desde su ventana vio a su padrastro que venía caminando desde la costa. Cuando se encontraron en el comedor, Alex le preguntó si su madre ya se había levantado y Claus pareció sorprenderse de que su mujer pudiera estar aún en la cama. La encontraron en el baño, tirada en el suelo, inconsciente. Sunny fue llevada al Hospital Peter Bent Brigham de Boston y luego de tres semanas la trasladaron al Hospital Presbiterano de Columbia, en Nueva York. Sunny no salía del coma. No saldría nunca del coma, mientras su marido seguía frecuentando las fiestas de la alta sociedad.

¿Hipoglucemia? Era una posibilidad

Muy bajo nivel de azúcar en la sangre. ¿Quién le dio insulina y sedantes a Sunny en 1979 y en 1980? Alex discutió sus sospechas con María, la criada, su hermana Ala y su abuela, la señora Aitken. En enero de 1981, Alex y Ala se reunieron con el exfiscal de distrito de Manhattan Richard Kuh para que hiciera una investigación privada. Fue así que descubrieron que Claus estaba teniendo una aventura, que si Sunny moría él se quedaba con su amante y con los millones que heredaría.

Inspeccionaron la mansión de Newport y hallaron un frasco en el escritorio de Claus con una etiqueta en francés que Alex interpretó que era Valium. En el armario, encontraron un frasco igual al que había en el escritorio, una caja de metal que contenía una pequeña bolsa negra con un frasco con diferentes tipos de píldoras y otro frasco más con un líquido celeste. La bolsa negra también contenía dos paquetes de ampollas en envases de plástico, una jeringa y tres agujas hipodérmicas, una de las cuales estaba sin protección. Dentro de la caja de metal, al lado de la bolsa negra, hallaron una pequeña caja de cartón con la etiqueta “lidocaína” que contenía una ampolla y una jeringa. ¿Para qué Claus von Bülow guardaba todo esto? En la habitación de Sunny había pastillas en varios recipientes y un frasco de Inderal, que es un medicamento que se usa para tratar la presión arterial alta, migraña, dolor de pecho, trastornos del ritmo cardíaco y otras afecciones circulatorias. Alex le entregó algunas sustancias al médico de la familia, Richard Stock.

El frasco de insulina y el estuche negro, evidencias que sirvieron para la condena en el primer juicio.
El frasco de insulina y el estuche negro, evidencias que sirvieron para la condena en el primer juicio.

La aguja hipodérmica sin sellar, una muestra de líquido azul y una muestra de polvo blanco moteado de uno de los viales franceses de Valium fueron enviados por Stock para su análisis al Laboratorio de Biociencia en Great Neck, Long Island. El director de este laboratorio, Ronald Gambardella enjuagó la aguja en una solución salina y dividió el lavado resultante en dos muestras. Una muestra la envió al medico George Nitis, uno de los directores del Laboratorio de Biocien Columbia, Maryland, para que le hiciera una prueba para determinar la presencia de insulina. La otra muestra la mandó al Laboratorio Médico de Boston para realizar pruebas químicas para conocer la identidad de otras drogas. También envió a Boston el polvo blanco y el líquido azul. El médico Nitis de Maryland aseguró que las pruebas en su laboratorio revelaron la presencia de insulina en el lavado de agujas.

El 13 de mayo de 1981, la familia llevó la bolsa negra y su contenido al teniente John Reise de la Policía Estatal de Rhode Island, como asimismo las sustancias encontradas, menos la aguja hipodérmica y las píldoras de la habitación de Sunny. Los policías prepararon un informe donde constaba que recibieron esos elementos y los colocaron en la sala de pruebas. El 20 de marzo de 1981 la policía sacó algunas de esas sustancias y las mandó a lo del toxicólogo estatal. Eran cinco pildoras, una ampolla de vidrio transparente con el nombre “papaveretum” (es una preparación que contiene una mezcla de clorhidrato de morfina, clorhidrato de papaverina y clorhidrato de codeína que se usaba para la sedación preoperatoria), un vial de Valium de dos miligramos que contenía un polvo blanco, un envase de píldoras de tapa blanca y base ámbar, que se cree que tenía Valium y posibles barbitúricos desconocidos. También una ampolla de vidrio transparente con tapa amarilla, un tapón interior azul con el nombre de “lidocaína”, y una pastilla azul probablemente de Valium.

La Policía buscó ampliar la investigación de la familia

En conjunto, todas las evidencias dieron base a la acusación contra Claus von Bülow. En uno de los escándalos legales más sensacionales, los fiscales de Rhode Island expusieron el caso a un gran jurado y, en julio de 1981, von Bülow fue acusado de intento de asesinato, por el incidente de 1979 y el de 1980, que aún mantenía a Sunny en coma. La prensa se apresuró a llamarlo “El juicio del siglo”. Cosima von Bülow Pavoncelli, la hija de Claus y Sunny, se mantuvo junto a su papá y siempre sostuvo su inocencia. En febrero de 1982, Bülow fue arrestado.

La motivación para querer matar a su mujer era la herencia que recibiría, hipótesis reforzada por la relación de Claus con Alexandra Isles. Von Bülow debió escuchar en el juicio a su amante declarar en su contra. Isles, confirmó que en marzo de 1979 le había dado un ultimátum para que se divorciara antes de fin de ese año. Isles relató que von Bülow la llamó y le dijo: “Después de la Navidad, seré un hombre libre y llegaré a un acuerdo sobre mi divorcio”. Eso fue poco antes de que Sunny tuviera su primer coma.

La casona de 23 habitaciones que los Bülow tenìan en Newport.
La casona de 23 habitaciones que los Bülow tenìan en Newport.

En el juicio, Bülow explicó al jurado que había discutido el divorcio con su esposa pero que el punto de conflicto no era que él se acostara con otra mujer, pues Sunny le dijo que a ella no le importaba mientras lo mantuviera en secreto y ella no fuera humillada, sino que el principal tema de discusión era que él quería volver a trabajar como abogado y ella se oponía. Negó todo intento de asesinar a Sunny, pero recurrió a una táctica que no fue bien recibida por el jurado: atacó a su esposa subrayando su alcoholismo y su adicción a los barbitúricos.

De todas formas, la principal evidencia era que su mujer tenía un nivel bajo de azúcar en la sangre y un nivel alto de insulina. El endocrinólogo de Harvard George Cahill testificó que estaba convencido que el daño cerebral de la víctima estaba causado por la inyección de insulina. Fue suficiente. Bülow fue declarado culpable y sentenciado a 30 años de prisión.

El contraataque

Bülow contrató a un profesor de leyes de Harvard, con fama de idealista, llamado Alan Dershowitz, para presentar su apelación. Tenía un par de fuertes argumentos de procedimiento: la bolsa negra con la insulina y otros barbitúricos se hallaron sin una orden judicial de allanamiento; la información que sirvió de evidencia en el primer juicio no se había puesto a disposición de la defensa para su control y refutación. La familia realizó una investigación privada que ni la policía ni el juez debieron aceptar.

El esposo de Sunny fue condenado en un primer juicio y absuelto en el segundo.
El esposo de Sunny fue condenado en un primer juicio y absuelto en el segundo.

Con estos argumentos, el juez Thomas H. Needham del Tribunal Supremo de Rhode Island declaró nulo el primer juicio y ordenó realizar otro. La sartén por el mango la tenía ahora la defensa porque las pruebas anteriores no se podían volver a presentar.

En las primeras semanas de este segundo debate, la jueza Corinne P. Grande impidió que declararan los testigos clave de la acusación, que fueron importantes para condenar a von Bülow en su primer juicio. La fiscalía de tal forma, se quedó sin evidencias. La insulina, por arte del papeleo y de decisiones polémicas, había desaparecido de los estrados judiciales. ¿Cómo harían para demostrar ahora que von Bülow era culpable? Con las manos atadas, todo estaba servido para que se luciera Dershowitz.

El abogado presentó prueba de que Sunny se automedicaba, incluyendo el testimonio del escritor Truman Capote y de más de diez amigos de Sunny. La defensa llamó a declarar a nueve médicos que dijeron que los dos comas no fueron causados por insulina, sino por una combinación de drogas, no inyectadas directamente sino ingeridas, alcohol y las condiciones crónicas de salud previas de Sunny. Otros expertos declararon que la aguja hipodérmica estaba contaminada con insulina solo en el exterior, por lo que habría sido sumergida en insulina, pero no inyectada. ¡¿Qué rara circunstancia habría influido para que una aguja sea mojada y no inyectada?!

La jueza también impidió el testimonio del médico personal de Sunny, Richard J. Stock. En el primer juicio, Stock dijo en un testimonio dramático que sospechaba que el primer coma de la señora fue causado por inyecciones de insulina y sospechaba que su esposo era el responsable. La jueza no permitió que se refiriera a ese punto otra vez.

El defensor Dershowitz la tenía muy fácil. Remarcó que tres semanas antes del coma final, Sunny había ingerido al menos 73 comprimidos de aspirina, una cantidad que solo podía autoadministrarse. Parecía que bastaba con su sola afirmación, porque no había constancia de la ingesta de 73 aspirinas. Nadie defendió a Martha Crawford de von Bülow en este segundo juicio. La idea que dejó flotando Dershowitz fue que hasta la propia Sunny se pudo haber inyectado la insulina. ¿Pero no era que según sus propios médicos la aguja en cuestión no fue inyectada?

Von Bülow en diciembre de 2008.
Von Bülow en diciembre de 2008.

En junio de 1985, Claus von Bülow fue absuelto. Declaró: “Este fue un caso médico. No se trató nunca de un crimen”.

f: TN