domingo, mayo 5

¿Agoniza el DNU de Milei?: la durísima negociación en el Congreso para evitar que caiga

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Desde el radicalismo se entusiasman con protagonizar el controlar a un gobierno que, entienden, busca construir poder suprimiendo al Congreso

El Decreto de Necesidad y Urgencia emitido por el presidente Javier Milei, para desregular la economía, vino a disparar una serie de fenómenos políticos que, lógicamente, tendrán consecuencias en el corto y mediano plazo. Lo primero que hay que resaltar es que el dictado de semejante norma es una estrategia: intenta imponer por sobre la idea de consensuar; y lo segundo, es el inmenso poder que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, adquirió en la toma de decisiones del mandatario: este era su plan, imponer por un megadecreto exactamente esas modificaciones; de hecho, Federico Sturzenegger trabajaba para su candidatura.

Un fenómeno muy particular es que, una fuerza que en la elección nacional se alineó detrás de la candidatura de Horacio Rodríguez Larreta que obtuvo el 10% de los votos y quedó afuera de la competición ya en la PASO, es la llave del Congreso para que Milei triunfe o fracase con su DNU: la Unión Cívica Radical, con su nuevo presidente, Martín Lousteau, a la cabeza.

Sea cual sea el criterio que vaya a utilizarse para la composición de la Comisión Bicameral que debe tratar la norma, si los miembros radicales la rechazan, saldrá un dictamen negativo. Y lo mismo ocurre en cada una de las Cámaras. Teniendo en todos los casos la oposición peronista la primera minoría en los dos cuerpos legislativos y descontado que ese espacio votará en contra, si los radicales actúan del mismo modo, el decreto se cae.

«Tanto que nos insultó, que (Raúl) Alfonsín fue el peor presidente de la historia, que se entrenaba pegándole a una foto de él, ahora termina cayendo acá, mirá vos«, dice con una media sonrisa un diputado radical entusiasmado, en este caso, por tener que trabajar en enero.

Desde el mismo centenario partido, un senador que suele estudiar los temas económicos para el bloque, también fue tomando posición: «No queremos obstruir la gestión, ni que se nos confunda con el kirchnerismo, pero el problema es que aprobar o rechazar un DNU es un paquete cerrado, no podemos darle viabilidad a una parte y a otra no, nos metió en ese quilombo, y la verdad, que acá hay cosas que no son para urgentes: ¿los clubes de futbol no pueden esperar a que en marzo tratemos un proyecto de ley para transformarse en sociedades anónimas deportivas? ¿Por qué, que pasa, desaparecen sino, no hay mas partidos? ¿Por qué metieron eso ahí? Podemos voltearlo completo solamente por eso, deberíamos», expresa el legislador.

En la misma línea, hace saber también al cronista: «Por otro lado, hay cosas mal redactadas, poco claras, contradictorias entre sí, innecesarias. En la esencia estamos de acuerdo: desregular, privatizar las empresas deficitarias, pero el problema es siempre el mismo, si lo avalamos se sanciona todo y siendo así, hay mucho que esta muy mal», refrenda el senador, quien es partidario del rechazo.

Desde el radicalismo critican el DNU y aseguran que hay cosas mal redactadas, poco claras y contradictorias 

Desde el punto de vista político, en la casa radical de la calle Alsina, se entusiasman con protagonizar el controlar a un gobierno que, entienden, busca construir poder suprimiendo al Congreso. «Tenenos la oportunidad histórica de protagonizar esta etapa y no hay que dejarla pasar. Si no quiere mandar una ley, que derogue este decreto y sancione varios, separando los temas, así le damos unos y rechazamos los otros», dice un alto dirigente radical, aunque un colega diputado de su mismo partido opina que: «con eso no alcanza, porque si manda las normas redactas igual, tienen errores jurídicos, otros de técnica legislativa que hace que las normas no se entiendan, no se quien hizo esto, pero en algunas áreas, es una verdadera porquería», asegura.

Por su parte, desde el Poder Ejecutivo, algunos dejan transcender que lo mejor que puede pasar es que el DNU no sea tratado, dejar pasar el tiempo y que el mismo quede vigente. El error de no haber incluido un artículo que estableciese que la norma tenía vigencia desde su publicación en el Boletín Oficial, dejó la sensación de un manejo muy poco profesional por parte del gabinete de Milei.

«Nadie supo manejar una cosa tan básica, ¿no tienen alguien que sepa algo de derecho administrativo? ¿no lo vio (Rodolfo) Barra esto? Es insólito, ahora se tienen que comer los ocho días para que entre en vigencia», se indigna un histórico administrativista del Estado.

El hecho es que la eficiencia de la estrategia de hacer pasar el tiempo, también depende de los radicales a cuyo líder histórico Milei golpeaba con el desayuno entre tostadas y café con leche, y luego, se ufanaba de ello.

«Primero que la Constitución es clara: el jefe de gabinete debe presentarse en la comisión a pedir la aprobación dentro de los diez días, no es facultativo, sino el DNU se cae. Y en diez días más, esa misma comisión debe elevar dictamen a ambas Cámaras. No se como piensan ganar tiempo, si (Nicolás) Posse no viene, pierden. La Comisión se va a expedir y el Congreso no va a prolongar el tratamiento, es infantil creer lo contrario, acá hay muchos que quieren protagonizar, no es momento de esconderse», dice un jurista y legislador de boina blanca.

Por su parte, un analista político muy cercano al PRO, hace una lectura mas global de la situación: «Esto tiene que verse en un marco general. La clase media va a sufrir el impacto de las medidas, esto va a empezar a verse claro en marzo o abril. Esos cacerolazos que ves todos los días, están preparando el terreno, en esos meses van a ser masivos, porque ya muchos estarán teniendo que dejar las prepagas y los colegios privados. La situación social va a estar cerca de estallar, todos habrán percibido que acá la casta no paga nada y otra vez todo cae en las espaldas de la gente que trabaja. El radicalismo no puede aprobar algo a libro cerrado, que esta mal hecho y que va a generar esas consecuencias sobre su electorado mas cercano, por un gobierno que ni siquiera es propio sino de un tipo que no tiene nada que ver con su ideología. El PRO tampoco debería hacerlo», asegura.

Un diputado muy ocurrente y expeditivo anda repitiendo a quien quiera escucharlo, una idea que va prendiendo entre sus colegas radicales: «Tenemos que fraccionar nosotros el DNU. De Las porciones que queremos darle a este tipo, presentar proyectos de ley y que amplíe el llamado a extraordinarias para tratarlos. Se los aprobamos rápido y le rechazamos el decreto. No quedamos como obstruccionistas y tampoco le damos curso a este mamarracho», asegura generando beneplácito entre los suyos.

La fuerza que se alineó detrás de Rodríguez Larreta es la llave del Congreso para que Milei triunfe o fracase con su DNU

DNU: preocupación en el Gobierno por el frente judicial

Otro aspecto que el Gobierno no ignora es el judicial. Se multiplican los amparos contra el DNU, y el que oficia como operador judicial es el mismo ministro de Justicia, Mariano Cuneo Libarona, quien intenta que los magistrados del fuero Contencioso Administrativo rechacen los pedidos de medidas cautelares.

Pero nada es tan sencillo. Cuneo Liberona viene de toda una vida de ejercer el derecho penal. Conoce a todo el mundo, pero en los fueros penales. La Justicia Contencioso es otro mundo, los jueces tienen otro estilo y otras lealtades, y nadie, pero nadie, piensa en quedar pegado con un gobierno que podría tambalearse en pocos meses. «Especialmente, cuando el decreto es manifiestamente inconstitucional», asegura un viejo camarista de ese fuero.

Lo cierto es que esta altura, que el decreto tenga aprobación del Congreso o atraviese la barrera judicial, parece casi imposible. Y además, resulta ilusorio lo que pretende el Gobierno, que es que el tiempo pase y nadie haga nada para que se empiece a aplicar solito y, como se decía en el gobierno anterior: «vamos viendo».

No parece que tal cosa fuese a ocurrir. ¿Cómo reaccionará Milei ante el rechazo? ¿Volverá aquel iracundo que protagonizó la campaña electoral? ¿O mantendrá la calma e iniciará negociaciones para avanzar con alguna parte de sus reformas? Misterios que solo el tiempo develará, especialmente con una personalidad tan particular como la del presidente.