Los valores fueron calculados mediante el índice Ripte, que mide la variación de los salarios de los trabajadores formales en relación a la inflación y que publica la Secretaría de Trabajo.

El poder adquisitivo de los salarios bajó casi 21% en los primeros dos meses del gobierno de Javier Milei. Así, la remuneración promedio de los empleados formales alcanzó los $555.269,16 en enero, por lo que quedaron por debajo de la línea de pobreza

Ya en enero, los ingresos subieron 14,7%, casi seis puntos porcentuales por detrás de la inflación del primer mes de 2024.

En diciembre de 2023, la remuneración promedio de los trabajadores estables había llegado a $484.298,40, un alza del 8,9% frente a un ritmo inflacionario del 25,5%.

Según el INDEC, una familia de cuatro personas necesitó $596.823 para no ser considerado pobre durante el primer mes del año. Esto refleja que los ingresos de los trabajadores formales quedaron $41.554 (o 7,5%) por detrás de la Canasta Básica Total.

El Ripte se calcula sobre la base de la remuneración promedio sujeta a aportes al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) que perciben los trabajadores en relación de dependencia. Este índice es medido y publicado por la Secretaría de Trabajo.

En enero, el salario real de los trabajadores registrados subió 14,7%. Sin embargo, se ubicó casi seis puntos porcentuales por debajo de la inflación anotada en ese mismo mes que alcanzó el 20,6%.

Un relevamiento reciente del centro de estudios CIFRA de la CTA informó que el salario real promedio registrado “perdió el 21,3%” de su capacidad de compra en enero contra noviembre de 2023.  Es decir que, según la central obrera, el sueldo real de enero fue “equivalente a poco menos de la mitad de lo que era en noviembre de 2015″.

Mientras que el director del Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma, Luis Campos señaló que el salario medido a través del Ripte cayó 20,7% en términos reales durante los primeros dos meses de la actual gestión.