En las últimas horas, la cifra de ciudadanos italianos muertos se disparó, pasando de 400 a 630 en cuestión de dos días, lo que aumentó el nivel de preocupación en el país europeo.
“Toda Italia será zona protegida, ya no hay más área roja, verde o amarilla”, sostuvo el premier en un discurso dado por televisión. Conte pidió a todos los italianos “evitar los desplazamientos” en el territorio, prohibió las reuniones públicas y dispuso que los centros educativos permanezcan cerrados hasta el 3 de abril, para frenar la epidemia del nuevo coronavirus.
“Voy a firmar un decreto que se puede resumir así: ‘Me quedo en casa’. (…) Toda Italia se convertirá en una zona protegida”, afirmó Conte en un tono dramático, en una rueda de prensa en la sede del Gobierno en Roma. “Habrá que evitar (los desplazamientos) en todo el territorio de la península, a menos que estén motivados por motivos profesionales justificados, por razones de necesidad o incluso por motivos de salud”, explicó.
Las crónicas de los medios de comunicación italianos reportan calles vacías como nunca antes se ha visto. En las principales arterias de Roma casi no se ven autos circular.