miércoles, mayo 1

Casa propia: se necesitan más de dos salarios mínimos para construir un metro cuadrado

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Para el Copaipa el m2 está en $254 mil y la Cámara de la Construcción estima en 17 millones una casa de 64 m2. La falta de crédito hipotecario para construir una vivienda es el mayor inconveniente que tiene la clase media.

El sueño de la casa propia se vuelve cada vez más imposible para llegar. Es que en una provincia como Salta, que tiene un déficit habitacional de más de 70 mil viviendas, la situación es compleja, más teniendo en cuenta la falta de créditos hipotecarios y que para construir apenas un metro cuadrado se necesitan más de 250 mil pesos, es decir más de dos salarios mínimos que hasta ahora está en 118 mil pesos.

El Tribuno consultó con diferentes actores de este sector, quienes muestran un panorama dramático, con una escalada de costos terrible. Desde el Consejo Profesional de Agrimensores, Ingenieros y Profesiones Afines (Copaipa) señalaron que para agosto el costo de la construcción rondaba, de acuerdo a sus cálculos, 254 mil pesos.

Juan Carlos Segura, de la Cámara de la Construcción, indicó hace unos días en Radio Salta que para construir una casa de 64 metros cuadrados se necesitan 17 millones de pesos; mientras que para una casa “para clase media para arriba”, de alrededor de 85 metros cuadrados, se necesitarían 26 millones de pesos. El empresario fue más allá y señaló que “ningún banco te presta ese dinero”.

Lorena Fernández Acevedo, tesorera del Colegio de Arquitectos, advirtió lo lejos que quedó el salario del metro cuadrado de construcción: “Antes se necesitaba un salario promedio para ahorrar para un metro de construcción, hoy son dos”, precisó, y definió que “el sector de ingresos medios está desapareciendo” de la escena de la construcción. Mientras que quienes hoy desarrollan alguna obra son “los productores agrícolas o empresarios relacionados con la minería”, que son quienes pueden haber “ahorrado el dólar en billete”.

En tanto, desde el Copaipa advierten una retracción en la construcción de viviendas. “Según nuestros registros, la disminución en la presentación de proyectos en el mes de agosto con respecto a julio fue del 19,76%”, señalaron. Y agregaron: “Comparando el período enero-agosto del 2022 con el mismo período del 2023 se registra una disminución del 25,6%”.

Una casa social del IPV terminada.

“Ante una crisis económica y la incertidumbre de la población para encarar un proyecto, lo primero que se resiente es la industria de la construcción”, concluyeron.

Inexistencia del crédito

El economista Álvaro Pérez aseguró que el problema está en la pérdida de valor del salario, que “se depreció totalmente”, y ejemplificó con el precio de la nafta, que “puede parecer cara” pero “está a dólar oficial, el problema es el salario”, insistió. Aunque aseguró que esto alcanza a todos, también al jubilado, que “pasó a cobrar como mínimo 124 mil pesos, eso es 5,6 dólares por día”, destacó.

Pérez descartó que por el momento puedan activarse los créditos hipotecarios, ya que “deberíamos tener un sistema financiero sólido y condiciones para disponibilidad del dinero”, requisitos que, aseguró, no están. Según explicó, los datos del PBI muestran claramente la situación: hay amplia oferta de crédito, mientras que los depósitos bancarios representan más de 17% del PBI, solo el 6,4% se lo presta al sector privado no financiero, o sea “al ciudadano de a pie”, advirtió Pérez. En países vecinos, en tanto, “como en Brasil o Chile, superan ampliamente el 50”.

El economista aseguró que “la pregunta del millón” sobre por qué no hay créditos a largo plazo, se relaciona con que, por un lado, el sector financiero es pequeño y se rige por lo que dice el Banco Central, pero también porque “no conviene poner los ahorros en el sistema financiero a largo plazo. Es una locura a 180 días, porque hay expectativas de inflación de aumento de tasas”, destacó.

Por otro lado, además, advirtió que lo que hace el ahorrista no es “ahorrar”, sino pelear contra la inflación para que no se desvalorice lo ahorrado. “La tasa no es positiva, es decir que la inflación sea menos que la tasa de interés, vas por detrás de la inflación”, argumentó.

Pérez concluyó que “una economía con créditos crece, y si crece una economía crecen los salarios, y eso generaría más demanda de construcción”, señaló respecto a cómo impactaría en la cadena financiera.

Clima electoral

El escenario electoral atraviesa a todas las actividades y la construcción no escapa. Las PASO fueron un punto de referencia para el sector. “Antes de las elecciones los corralones estaban llenos y seguro pasará de nuevo antes de las generales”, destacó Lorena Fernández Acevedo, tesorera del Colegio de Arquitectos de Salta (CAS).

Juan Carlos Segura, por su parte, marcó que luego de las elecciones la situación “se volvió más complicada, no para ejecutar la obra sino para pagar materiales”, y aseguró que por eso están redeterminando precios, “para gestionar más fondos”. El constructor, sin embargo, indicó que ve esperanzado lograr una negociación fructífera, “por sobre todo con el Gobierno provincial”.

Desde la Cámara de la Construcción se indicó que hay entre 70 y 80 obras públicas ejecutándose en la provincia. “Sí o sí hay que terminar urgente los contratos, se espera otra devaluación para octubre”, advirtió Segura, que vaticinó que si gana Javier Milei pondría el riesgo el trabajo de los 7 mil obreros de casas del IPV. “Me gustaría juntarme con Milei, así me explica cómo construirá escuelas, rutas y casas sociales”, cuestionó en Radio Salta. Es que el libertario amenaza con dejar de lado la obra pública.

Fernández Acevedo también destacó el clima electoral y aseguró que hay mucha especulación por parte de los proveedores, “por tener incertidumbre en el valor de precio de reposición”. Lo que sucede en su marmolería, aseguró, se puede traspolar a todo el sector. Luego del aumento de materiales a inicios de agosto, indicó, se sumó una seguidilla de incrementos luego de las elecciones: “Los proveedores se volvieron locos con el salto del dólar y nos comunicaron 2 o 3 aumentos en la semana, y a los días el cese de venta de materiales importados. Luego, a inicios de septiembre, otro 15%. Es decir que en un mes lo importado subió en promedio 35%”, destacó.

Más allá de los incrementos, sin embargo, los materiales no estarían faltando. Aunque Segura destacó que no hay la disposición que “se quisiera”, ya que algunos materiales escasean, como “los materiales eléctricos, porque ellos se ajustan más al dólar que los otros”, explicó el representante de la Cámara de Constructores.

Fernández Acevedo destacó el faltante de insumos importados para industrias nacionales: “Por ejemplo, en nuestra marmolería compramos una máquina cortadora el año pasado y no la podemos traer porque le falta una pieza alemana, cuando tenemos industria nacional, pero el 80% de mis materiales son importados”.