El oficialismo busca seducir a legisladores provinciales que serán piezas clave para alcanzar el quórum

La Cámara Alta comenzará a sesionar con el reordenamiento que dejaron los resultados electorales. El nuevo mapa político deja al Frente de Todos en una posición más debilitada, en tanto pierde la mayoría asegurada; mientras que el interbloque de Juntos por el Cambio avanza y se acerca al número de bancas del oficialismo.

Concretamente, el bloque opositor logró reunir 33 bancas y achicó la brecha con el oficialismo, que desde el viernes cuenta con 35, dos menos de las que tenía antes de las elecciones de medio término. De esa manera, el Frente de Todos perdió el quórum que le garantizaba la aprobación directa y ahora se verá obligado a tejer consensos en cada proyecto.

Juntos por el Cambio escaló a aquel número tras arañar un acuerdo de última hora con dos senadores de fuerzas provinciales. Se trata de la neuquina Lucila Crexell y el salteño Juan Carlos Romero, quienes integraban junto a la riojana Clara Vega el Interbloque Federal.

Con este escenario, la clave del Senado está en conquistar a los legisladores provinciales, y en ese juego el oficialismo confía en mantener una alianza con el ex gobernador rionegrino Alberto Weretilneck y la misionera Magdalena Solari Quintana, cuyos votos le permitirían alcanzar el quórum de 37 senadores. Según fuentes parlamentarias consultadas por la agencia Noticias Argentinas, el FdT podría respirar porque aunque permanecerían en sus respectivos monobloques, ambos legisladores le darían la mano.

La misionera Solari Quintana responde al Frente Renovador de la Concordia que gobierna la provincia y lidera el presidente de la Legislatura local y ex gobernador, Carlos Rovira, y hasta el momento se movió como una aliada del bloque oficialista.

Weretilneck, por su parte, se mostró hasta ahora como un aliado del Gobierno nacional aunque su acompañamiento fue negociado proyecto a proyecto.