Cuáles son las señales de austeridad que empezó a enviar el Gobierno, según Ecolatina

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La consultora señala que el Banco Central imprimirá cerca de $ 2 billones en 2020 para asistir al Tesoro, que tendrá un déficit primario récord. Agrega que la posible llegada de la vacuna podría ayudar a reactivar la economía y que la inversión pública será clave para levantar la actividad. La consultora Ecolatina evaluó las fuentes de financiamiento con las que cuenta el gobierno en 2020, en un contexto de fuertes restricciones a la industria, y los diversos escenarios para el futuro cercano tras las señales de austeridad que ya empezó a enviar el equipo económico.

«Mientras que la gran mayoría de los países solventaron su gasto imprevisto con emisiones de deuda, el Estado Nacional recurrió a la asistencia del Banco Central y la emisión de pesos, ya que los mercados de crédito privados siguen cerrados para nuestro país», platea el informe.

La consultora señala que en 2020 la autoridad monetaria imprimirá cerca de $ 2 billones para asistir al Tesoro (7% del PBI), que tendrá un déficit primario récord. A pesar de que el Banco Central (BCRA) absorbió vía LELIQs y pases pasivos buena parte de esta expansión, otra porción del exceso de pesos se volcó al mercado cambiario oficial y paralelo. En respuesta, la brecha se disparó y superó 100% durante varias semanas, que implicó también que las Reservas netas perforaron los u$s 4.700 millones. En este escenario, Ecolatina advierte que el equipo económico empezó a enviar señales de mayor austeridad fiscal: se endureció en 1% del PBI el déficit primario objetivo de 2020, que implicó pasar del 8% aprobado en el Presupuesto 2021 al 7%. Por otra parte, indica que se estaría negociando con el Fondo Monetario Internacional (FMI) endurecer el 4,5% del PBI inscripto en la “Ley de Leyes”, llevándolo a la zona del 4%. «A partir de estos cambios, se relajarían las necesidades de financiamiento vis a vis las expectativas de emisión, reduciendo la demanda de dólares por menor exceso de pesos» explica la consultora.

Asimismo, asegura que «la posible llegada de la vacuna podría ayudar a reactivar a una economía muy golpeada, donde la inversión pública sería clave para levantar la actividad» y señala que en este contexto de salarios reales por el piso e incertidumbre por el cielo, será difícil que el gasto inicial provenga del sector privado.

«La obra pública podría ser la única partida que crezca -descontando la inflación- en 2021. Los gastos de capital tienen importantes derrames en materia de empleo y demanda, de modo que serían uno de los drivers de la recuperación de la actividad. Además, sus consumos importados son despreciables, de modo que no presionarían sobre el mercado cambiario. En este marco, proyectamos un avance de 50% i.a. en términos reales para el año que viene, equivalente a 0,5% del PBI. Por lo tanto, el esfuerzo para reducir el déficit provendrá del resto de las asignaciones» sostiene el informe.

«Las prestaciones sociales, jubilaciones y pensiones, representan más de la mitad del gasto primario. En consecuencia, cualquier esfuerzo fiscal que se haga sin reparar en esta partida debería ser excesivo. En este escenario, la nueva fórmula de movilidad pronta a ser aprobada es una señal de que el Poder Ejecutivo planea un ajuste en este frente. Conforme a nuestras proyecciones, este ahorro superaría 1% del PBI comparando con un régimen de actualizaciones discrecionales que siguieran a la inflación, tal como pasó este año con el haber mínimo», finaliza Ecolatina.