- 2019-09-25 08:22:47
La entidad definió los pasos a seguir. Desde el Ministerio de Hacienda aseguraron que el contacto con el FMI es “continuo y fluido”.
La revisión de metas fiscales y monetarias por parte del FMI tendrá
lugar a partir de hoy en Washington, pero además a partir del 14 de
octubre se avanzará sobre los números que dejó el tercer trimestre, es
decir la consecuencia de la crisis financieras post PASO. Este
cronograma fue definido durante el encuentro que mantuvo ayer en Nueva
York el equipo económico con el número uno interino del organismo, David
Lipton, y es el paso imprescindible para avanzar con los futuros
desembolsos pendientes, incluyendo el de USD 5.400 millones que ya se
debería haber girado, al menos de acuerdo al programa vigente.
Además,
desde el Ministerio de Hacienda aseguraron que el contacto con el FMI
es “continuo y fluido”. La “bajada de línea” del organismo no se aleja
mucho de lo que siempre pregonó el FMI: la clave en esta etapa es
mantener a toda costa el equilibrio fiscal.
La situación de las
cuentas públicas entró en una zona de alto riesgo luego de las PASO. No
sólo por la recaída de la actividad económica, sino especialmente por
las medidas adoptadas por el Gobierno de Mauricio Macri para “llevar
alivio a la mesa de los argentinos”, como a él mismo le gusta destacar.
Desde
Hacienda remarcaron que el superávit fiscal primario (es decir antes
del pago de los intereses de la deuda) acumulado en los primeros ocho
meses del año llegó a $48.000 millones y también se sobrecumplirá la
meta de septiembre. Sin embargo, para adelante hay dudas concretas de
que realmente la Argentina pueda terminar el año con “déficit cero”.
Consultoras privadas como Ecolatina estimaron, por ejemplo, que el
déficit primario se ubicaría finalmente en 0,7% del PBI en 2019.
Con
el inicio de la revisión a menos de dos semanas de las elecciones
prácticamente se cierra el ciclo de este gobierno con el FMI y luego los
técnicos del organismo y también sus autoridades seguirán charlando con
quien resulte presidente electo el 27 de octubre. Si es Alberto
Fernández, automáticamente seguirán con él y su equipo las
conversaciones. El encuentro del candidato de Frente de Todos con los
funcionarios del organismo apenas tres semanas después de las PASO no
tuvo los mejores resultados. El candidato kirchnerista criticó duramente
al organismo por haberle prestado tanto dinero a la Argentina y los
pobres resultados del programa económico en marcha.
Pero luego de
las elecciones se abre una nueva etapa y la idea es llegar a ese
momento con las metas revisadas al menos hasta septiembre. Se trata de
un paso formal pero imprescindible para los futuros desembolsos que
efectúe el organismo.
Se descuenta que en caso de ganar, Alberto
Fernández buscará recibir los USD 5.400 millones que todavía están
pendientes y que deberían haberse desembolsado a mediados de septiembre.
Pero desde el FMI consideran que es indispensable un compromiso de
mantener las cuentas públicas bajo control. Es, de acuerdo a la mirada
de los técnicos, lo único que permitiría a la Argentina recuperar
lentamente la confianza de los mercados y avanzar en un canje ordenado
de la deuda pública. Además de esos fondos, el acuerdo que está vigente
también proyecta desembolsos más chicos de USD 1.000 millones por
trimestre hasta mediados de 2021.
El Gobierno envió a mediados de
mes al Congreso un proyecto de Presupuesto 2020 que incluye un
superávit primario de 1%, en línea con lo pactado con el organismo. Hoy
se considera casi imposible, aunque en los planes de Alberto Fernández
figura la posibilidad de aumentar la recaudación a través de mayor
presión sobre el campo vía retenciones y un aumento de la alícuota de
Bienes Personales. No está claro si alcanzaría para conseguir ese
objetivo fiscal, ya que al mismo tiempo habrá presiones sobre el gasto
para tratar de incentivar el consumo.
Las últimas medidas de
Mauricio Macri como la eliminación del IVA para alimentos de la canasta
básica sería revisada por el impacto fiscal que tiene, en particular
sobre las provincias.
Por otra parte, Alberto Fernández también
adelantó su idea de revisar el acuerdo del Fondo y cambiarlo
radicalmente. Lo primero que podría buscar es una extensión de los
plazos de devolución, ya que a partir de 2022 hay que empezar a devolver
a razón de USD 22.000 millones anuales. En esa instancia, el organismo
negociaría no sólo reformas estructurales, sino además que el compromiso
de superávit en las cuentas públicas sea inamovible.
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