El Gobierno suma controles para frenar la inflación a riesgo de acumular distorsiones

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El equipo económico refuerza las regulaciones en el abastecimiento y en los precios de los productos de consumo masivo, pero para los analistas la clave pasa por corregir los desequilibrios fiscales y monetarios.

El Gobierno suma controles para frenar la inflación a riesgo de acumular distorsiones

La inflación de marzo volvió a rondar el 4% y los primeros indicios apuntan a que la tendencia podría repetirse en abril, lo que configuraría un escenario realmente preocupante. Para contener el alza de precios, el Gobierno apuesta por reforzar los controles por parte de la Secretaría de Comercio Interior.

Al programa de Precios Máximos vigente hasta el 15 de mayo y a la inminente extensión de Precios Cuidados, la dependencia que encabeza Paula Español dispuso que intimará a todas las empresas de los rubros comercial e industrial a incrementar su producción hasta el total de su capacidad instalada.

Estas presiones sobre los márgenes de las empresas se suman a la intención del ministro de Economía, Martín Guzmán, de atrasar el tipo de cambio oficial, con una depreciación de 25% en el año que ya comenzó a desacelerarse en los registros medios semanales (lo que economistas llaman crawling peg).

Con estas herramientas, más la administración del comercio exterior y la demora en el ajuste tarifario, el Gobierno confía en lograr alinear expectativas a través de un acuerdo de precios y salarios con cámaras empresariales y sindicatos más grandes para que los aumentos converjan en torno al 30%. 

Se trata de una línea de acción que el oficialismo considera clave para reducir la tasa de inflación, que en cinco de los últimos seis meses se ubicó por encima del 3,5%. La intención oficial es cumplir la meta prevista en el Presupuesto 2021 de 29% para todo el año, aunque para los analistas se trata de una cifra incumplible.

Este jueves 15 el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) difundirá el dato de inflación de marzo, que rondaría el 4%, al igual que en enero y en diciembre. Si se cumple el dato de 4%, el índice de precios no debería subir más de 1,6% por mes en promedio. Además, las proyecciones de las consultoras en el relevamiento de expectativas macroeconómicas del Banco Central apuntan que en agosto ya se superaría la meta.

Martín Vauthier, de la consultora Eco Go, considera que estas medidas adoptadas por el Gobierno no lograrán tener el impacto deseado, dado que atacan los mecanismos de transmisión de los aumentos y no las raíces macroeconómicas de la inflación, relacionadas con los desequilibrios fiscales y monetarios.

En ese sentido, planteó que si el equipo económico no esboza un sendero que apunte al equilibrio fiscal ni corrige los problemas monetarios ni las tensiones cambiarias la economía acumulará mayores distorsiones que derivarán en una corrección mayor.

 «Si no se encaran las causas de fondo, como los desequilibrios en el mercado monetario entre la oferta y demanda de dinero, estas son medidas que generan distorsiones y ocasionan otros costos. Eventualmente pueden terminar provocando una corrección mayor. Es postergar la inflación«, explicó Vauthier.

En tanto, Matías Rajnerman, de Ecolatina, coincide en que el impacto de estas medidas desde Comercio tendrán un efecto marginal y a muy corto plazo, dado que mayores regulaciones en los precios pueden derivar en desabastecimiento. 

En ese punto, señaló que la clave pasa por la política macroeconómica y, en especial, en la estabilidad cambiaria y la disponibilidad de divisas para que las empresas importen al tipo de cambio oficial.

«Sería ideal que se pudieran controlar precios y cantidades con un decreto, pero no se puede. Lamentablemente soy un poco pesimista, me parece que la cuestión cambiaria y la disponibilidad de dólares de importar al dólar oficial es la clave. Los esfuerzos de la secretaría de comercio deberían ser complementarios y puntuales», comentó Rajnerman.