En la carrera de los precios, apareció un aliado impensado de Massa

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El precio de la carne volvió a caer en el mercado de Cañuelas, y podría jugar a favor del ministro en la carrera electoral. ¿Qué pasa en las carnicerías?

En la carrera de los precios, apareció un aliado impensado de Massa

«La carne es como el dólar blue de las góndolas», dice un funcionario del equipo económico a iProfesional. Se refiere a que cuando los precios de los cortes populares se encarecen en las carnicerías provocan un efecto contagioso en el resto de los alimentos, que también potencian su tendencia alcista.

Ocurrió hace algunas semanas, cuando el precio de la carne subió más del 60% en el mercado de hacienda en pie -una parte se trasladó inmediatamente a los comercios minoristas- y rápidamente contagió al resto de los alimentos, que a su vez después tomaron nota de la devaluación del 22% post PASO.

En el medio, un hecho sucedió que volvió a impactar en los precios: las ventas de carne registraron un derrape del 35% en promedio, y los precios en Cañuelas comenzaeron a bajar.

La semana pasada, esa baja fue de un 12% promedio, y esta semana un 7% adicional. De pronto, surgió un aliado de Massa para lo que viene en materia inflacionaria, en plena campaña electoral.

Qué pasa con los precios

Por lo pronto, la merma en los precios de las últimas dos semanas en el mercado mayorista le pondrá un techo a los precios en las carnicerías, y muy probablemente se vea también allí una baja en los valores. «Si no bajan, los carniceros no van a vender«, dice a iProfesional Andrés Costamagna, productor y consultor en el mercado de la carne.

El kilo de media res, que la semana pasada cotizaba a $1.820 ya bajó a $1.640. No está claro si esa tendencia se acentuará en las próximas semanas. En los grandes supermercados se vive una realidad distinta.

El precio de la carne bajó en el Mercado de Cañuelas, pero no aún en los comercios

El precio de la carne bajó en el Mercado de Cañuelas, pero no aún en los comercios

Ninguna de las empresas fabricantes quiso sacar «los pies del plato» y accedieron a cumplir con el pedido oficial para que los aumentos de los precios de los alimentos tuvieran un tope del 5% mensual, por lo menos hasta las elecciones de octubre.

Incluso algunas compañías, por ejemplo, del sector lácteo, pusieron bonificaciones a sus clientes, como demostración de buena voluntad.

¿Es sólo eso -la buena voluntad- o detrás del cumplimiento se esconde una decisión bien racional, que tiene que ver con una brusca contracción de las ventas en algunas de esas compañías?

Más allá del fenómeno visto en las grandes cadenas, donde se da un fuerte salto en las ventas, el mercado del consumo masivo estaría mostrando una fuerte caída en el resto de los canales, que esas mismas empresas atienden a través de distribuidores y mayoristas. Te puede interesar

Lo mismo que con la carne, en el resto del mercado también se empieza a percibir el frío de la actividad económica ante el retroceso en el poder adquisitivo de la gran mayoría de la población.